CHRISTOPHER– ¡Christopher!
Escucho como me llaman a mi espalda, detengo mi andar rodando los ojos y soltando un gran suspiro. Volteo y la melena rubia de Brett se hace presente. Ha estado persiguiéndome todo el día para hablar y la he ignorado.
– Dime.
Pregunto ya agotado de su insistencia, Marcos ya se encuentra donde acordamos y las horas pasan, debo llegar rápido para tener todo listo a tiempo.
– Me has esquivado todo el día ¿Qué te sucede últimamente?
– Nada, te dije que lo nuestro acabo y simplemente no me apetece tenerte cerca, tu olor ya no me agrada.
– Eres un cabron ¿Lo sabias?
– Sí.
Respondo con una sonrisa ladeada provocando que su rostro se coloque rojo por la rabia, doy media vuelta para dar terminada la conversación y encaminarme a su auto, pero sus palabras me detienen.
– ¿Es por ella verdad? – pregunta con un deje de burla – por Isabella.
Su nombre se siente horrible pronunciado por sus labios, más cuando lo dice con desprecio. Volteo para verla con el semblante serio sin demostrar nada.
– ¿De qué hablas?
Me hago el desentendido.
– Oh vamos, no me tomes por idiota porque no lo soy. – se acerca a mi acariciando un mechón de su pelo – sé que te estas acostando con ella.
Mi corazón se detiene unos momentos y mis músculos se tensan, la sonrisa en su rostro da a entender que se divierte con la situación y mi silencio seguramente le confirma lo que dijo.
– La verdad espere que me remplazaras con alguien mejor. – suelta una risa – pero ahora la verdad me siento un poco mejor al que es ella, la fenómeno, al menos sé que cambiaste carne por charqui.
– PERO QUE SE CREE ESTA RUBIA TEÑIDA VINIEDO A HABLAR ASÍ DE MI CHIQUITA. – gruñe Zeus.
Mi ceño se frunce y el enojo comienza a hacerse presente.
– No hables así de ella. – gruño intentando controlar a mi lobo.
– Aw si hasta la defiendes. – dice llevando sus manos al pecho fingiendo ternura – dime una cosa...
Se queda en silencio por un par de segundos mirándome con malicia.
– ¿Por eso golpeaste e hiciste que le diera latigazos a Liam?
Ese maldito hijo de perra.
– No sé de que hablas. – respondo manteniendo la mentira.
– Oh sí que lo sabes ¿Y sabes que sucederá ahora?
Niego con la cabeza guardando mis manos en los bolsillos de mi pantalón manteniendo mi postura relajada.
– Vas a rechazarla. – aprieto la mandíbula y la observo con odio cuando queda a centímetros de mi cuerpo – ya sé que es tu mate, pero veras... si yo no puedo tenerte ella menos, así que la rechazaras.
Trago saliva pesadamente y mis barreras caen, mi cuerpo se tensa y relaja al mismo tiempo, los nervios invaden mi cuerpo y pequeñas gotas se sudor se forman por él.
– ¿C-como supiste?
Su carcajada suena por todo el estacionamiento que ya se encuentra desierto y la incomodidad crece en cada poro de mi piel. Se supone que nadie sabía. Solo marcos y se enteró hace unas horas.
ESTÁS LEYENDO
Rechazada
Werewolf¿Qué se hace cuando aquella persona que debía amarte, apoyarte y defender de todos, decide que no quiere hacerlo? En mí caso, velare por m misma, ya mucho he sufrido como para desmoronarme por él. Ya tuve suficiente dolor, así que buscare mi sitio e...