Capítulo 15: Marcas.

51K 3.9K 297
                                    




ISABELLA

Me aferro lo más que puedo a su cuerpo, escondida en la curvatura de su cuello.

Sintiéndome a salvo.

Su calor me entrega una sensación de seguridad que no quiero dejar ir en estos momentos.

No se que hubiera sido de mí si él no hubiera llegado, en qué situación me encontraría justo en estos momentos si no estuviera entre sus cálidos brazos, posiblemente estaría siendo violada.

El llanto vuelve a salir de mi boca de solo pensar en eso y Christopher me pega más a su cuerpo.

– Esta bien, ya estas bien. – susurra contra mi pelo – estas a salvo conmigo.

Intento controlar las lágrimas mientras escucho como abre la puerta de mi hogar.

–¿c-como abris..te la pu-puerta? – pregunto entre sollozos sin sacar mi cara de su cuello.

– Eh... ¿no te enojes sí? Pero... tengo una copia de tu casa.

Me quedo en silencio procesando la información. ¿dijo que tenía una copia?

– ¿Qué?

Escucho como suspira mientras acaricia mis piernas con sus dedos que se aferran firmes a ellas para no dejarme caer y por el sonido puedo darme cuanta que estamos subiendo las escaleras al segundo piso.

– Mi madre nos dio una copia cuando te mudaste sola a todos en casos de emergencias, la verdad nunca la había usado y odio tener que usarlas por el motivo en el que estamos.

Su cuerpo se tensa e inconscientemente comienzo a acariciar su nuca probando que sus músculos se relajen.

– Llegamos a tu habitación.

Intenta bajarme, pero me aferro aun mas fuerte a él, no quiero perder la extraña sensación de seguridad que siento entre sus brazos.

– N-no me dejes... por favor. – ruego.

– Tranquila cariño, no me iré. – se sienta en la cama conmigo en su regazo dejando caricias en mi cuerpo – pero necesito revisarte.

Asiento aun contra su cuello y poco a poco salgo de mi escondite.

Su mirada recorre mi rostro y el dolor puedo verlo a través de sus ojos.

– Lo siento.

Susurra mientras eleva su mano y me toca con las yemas de sus dedos suavemente los golpes.

– N-no es tú culpa.

Suelta un suspiro y me envuelve en sus brazos con firmeza enterrando su rostro en mi cuello.

– Debí protegerte más. – dice tan bajo que apenas pude oírlo.

– Esta bien. – acaricio su pelo – ahora mismo lo único que agradezco es que llegaras antes que...

Lagrimas vuelven a salir de mis ojos y él me suelta apresando mi rostro suavemente entre sus manos, su mirada aun esta llena de dolor y contengo mi respiración por unos segundos cuando deja un beso en mi frente.

Sus labios quedan por unos segundos presionados contra mi piel ocasionando que cierre mis ojos llenándome del confort que me entrega su calor. No entiendo porque me siento así, hace mucho tiempo que deje de sentirme de esta manera en su presencia.

Con Christopher siempre sentí este sentimiento de seguridad, desde que fui acogida por sus padres, siempre me sentí atraída por él, pero enterré profundamente esos sentimientos porque sabia que nunca serian correspondidos.

RechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora