Capítulo 7

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Perdoname

May se sentía como si estuviera limpiando la escena de un crimen, aun cuando la sangre sobre el porcelanato del desayunador de la cocina era de ella, por estar con la mente perdida, pensando en si era posible que ella contactara a Kendra mentalmente, se había hecho un corte bastante profundo sobre dos de sus dedos de la mano izquierda, al intentar cortar unas naranjas, la sangre había salido rápidamente, pero la mancha se debía a que se había quedado embobada viendo como la herida se cerraba, tardo un par de minutos a lo mucho, sin embargo, al realmente haberlo visto, le atravesó de pies a cabeza un escalofrió.

"¿Qué clase de especial se refería?" pensando en las palabras de Kendra, limpio con dedicación la mancha para no dejar ningún tipo de evidencia de su corto, incidente, sin dejar de ver su mano en ningún momento, por un segundo sintió como si esta no fuera parte de su cuerpo, considerando que no pasaría lo mismo si otra parte de ella saliera lastimada, lo cual provoco ideas bastante peligrosas, que aparto de inmediato al darse cuenta de lo insensata que estaba siendo.

-necesito hablar con Kendra. –apoyo su espalda en el borde de la mesa, llevando sus manos a su rostro restregándolos en frustración.

- ¿Quién es Kendra? –en un tirón rápido puso ambas manos a espaldas de ella, viendo sorprendida a su padre quien seguía con el cabello húmedo por la reciente ducha.

-una-una compañera de clases. Tenemos pendiente un proyecto juntas. –la punzada ya tan conocida de mentiras se instaló en ella.

-ahora hablas con más personas, eso me agrada. –tomo una manzana de la canasta al lado del refrigerador. –aunque aún quiero conocer al tal Allen. –May sonrió, sabiendo que cual era realmente la preocupación de su padre.

-es un amigo. –su padre le dio una mordida a la manzana viéndola con una ceja alzada.

-yo era amigo de tu madre. –la señalo hablando con media boca llena. May alzo las manos en rendición.

-te puedo asegurar que no es ese tipo de amigo. –quería reírse, por cómo se estaba comportando. Su padre rara vez era alguien celoso, pero nunca se le había presentado una verdadera "amenaza" hasta ese momento.

-jum... te voy a creer, pero solo por si las dudas, dile que soy boxeador. –finalmente su hija soltó la carcajada, era verdad, durante la adolescencia y veintes su padre había entrenado y participado en torneos de kickboxing, un hobby realmente, aún mantenía su forma, pero era un abogado sorprendente y amaba su trabajo, dejar el ring no le fue nada difícil.

-te prometo que se lo diré, pero está la posibilidad que quiera que le enseñes y no lo asustes realmente. –ahora se estaba terminando de amarrar la corbata de color azul marino que hacia juego con su camisa manga larga de un azul pálido.

-bueno en ese caso, puede que me agrade, no lo suficiente, pero ya sería algo. –le sonrió alegremente a su hija. No pasaba demasiado tiempo en casa por las largas horas de extenuante trabajo, pero era un padre amoroso que cuando podía aprovechaba el tiempo con su familia de la mejor manera. –nos vemos. –beso la frente de su hija tomando el saco que estaba apoyado en la silla dispuesto a salir, los sábados entraba un poco más tarde, por lo cual sus conversaciones por la mañana eran normales. - ¿hoy sales con una de tus amigas cierto? –tomo el maletín, esperando poder escuchar el plan de su hija.

-sí, Alessia y yo iremos a comer algo por la tarde, mamá me ira a dejar al centro comercial. –se subió a uno de los bancos de la cocina moviendo los pies en vaivén viendo a su padre con la manzana en la boca.

-perfecto, cualquier cosa nos avisas ¿de acuerdo? –May asintió. Ya con el saco puesto tomo las llaves y se fue.

Por el rabillo del ojo miro el cuchillo recién lavado, tenía que hablar con alguien del asunto, tomo su celular considerando la persona entre los posibles contactos y el único que estaba ahí, sabia ya parte de lo que sucedía, era Allen, se alegraba, aunque sea de tenerlo a él. Marco el número de su amigo esperando que contestara, cuando lo hizo un suspiro escapo de sus labios preparando la historia.

Los Jinetes De DragónWhere stories live. Discover now