Capítulo 24

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May

Helado ¿hace cuánto tiempo no sentía frio? Sin embargo, la sensación no duro demasiado al ir recuperando la conciencia, May se sentó dándose cuenta del desastre que era, toda su ropa empapada de pies a cabeza, llena de lodo por estar en el suelo el olor de la mezcla de quemado y húmedo le inundaba las fosas nasales, no se atrevía a ver a su alrededor, la vergüenza de su espectáculo la abofeteo de una manera inesperada ¿Qué tanto daño había hecho? Se llevo las manos al rostro apartando su cabello de manera perezosa, cuando una oleada de energía la atravesó, la realización se dio paso en su mente. Tenía que llegar a su casa lo antes posible.

Sus pasos eran pesados, largos y demasiado rápidos para su gusto, sentía que estaba aprendiendo a correr de nuevo, tenía más fuerza que antes, y regularla cuando lo primero que hizo fue correr, no estaba siendo tarea sencilla, hasta que termino por tropezarse con sus propios pies, cayendo como un costal al suelo.

-si seré. -ni siquiera pudo terminar la frase cuando se mordió el labio.

May cerro los ojos e inhalo profundo ¿Qué tan descoordinada podía ser? No confiaba en su cuerpo, era como si vinieran conociéndose. Al momento de llegar a su casa, considero todas las alternativas y entrar por su balcón era la que menos posibilidades tenia de salir mal, su casa parecía estar completamente a oscuras... ella esperaba que no tuviera nada que ver con su espectáculo en el bosque (lo tenía) escalo el árbol como usualmente teniendo más cuidado y abrió usando solo uno de sus dedos para mover las puertas corredizas.

Ahí estaba, viéndola directo a los ojos, May aún estaba parcialmente afuera de su habitación, pero no encontraba la valentía para moverse, sin embargo, cuando ella se movió su dragón la imito y pudo acercarse al fin. Era de un blanco que jamás espero, con los ojos de un azul intenso y se imaginó que ella los tendría de la misma forma en ese momento.

"lo siento por hacerte esperar"

Al menos esta vez no fue demasiado.

Su voz se había aclarado en su cabeza, era más intensa, más femenina y le envió un escalofrió por toda la espalda, ahí es cuando recordó el ardor en esta, u mano libre de inmediato se movió tratando de sentir el área con las yemas de sus dedos.

Es la marca de un jinete de dragón.

May con delicadeza coloco a su dragón en el suelo y se movió hacia su espejo de cuerpo completo quitándose la camisa para tratar de apreciar por completo lo que adornaba su piel. Hecho con líneas ligeramente más oscuras a su color de piel normal, formaban formas y se entrelazaban de una manera particular, le llegaba desde el inicio de la espalda justo en la base del cuello, hasta donde iniciaba su cadera, seguía toda la línea de su columna, como un pilar, May paso los dedos delicadamente sobre los trazos, la piel se sentía igual.

"¿Por qué apareció hasta ahora?"

Por qué aun cuando la conexión entre nosotras existía, no se había sellado, hasta que nací.

"¿ellos la tienen?"

Todo jinete de dragón la tiene

May sonrió.

...

Kendra les había dado la noticia. No perderían más tiempo y tendrían que irse, ocultar a un dragón y el poder que viene con el no sería nada sencillo en un mundo donde la magia "no existe" aparte que Kendra había visto a varios hombres en traje hacer preguntas demasiado "sospechosas"

¿Cuánto tiempo? Había sido lo único que logro salir de la boca de Greg en ese momento, tomando el pensamiento que pasaba por la cabeza de sus primas en ese instante también, Kendra negó, era de esperarse que no fuera mucho, pero aun así los tomo por sorpresa. Ella suspiro dándoles como mucho dos días. Dos días era todo lo que tenían para poder hacer todo lo que sentían tenían pendiente.

Los Jinetes De DragónDove le storie prendono vita. Scoprilo ora