Los Jinetes De Dragón

Capítulo 18

Greg

Su espalda ardía, parecía como si hubieran colocado metal caliente sobre su piel, pero no podía dejar de abrazar al pequeño dragón, este hacia sonidos similar a los de un gato al ronronear ¿qué estaba pasando? ¿Por qué sentía esa sensación tan agobiante en su pecho? Era un sentido de posesión, ese dragón era un aparte de su alma que le pertenecía desde el día uno, ahora que el dolor disminuía, sus músculos, los percibió cambiar, estaba más ligero, mas consiente de todo a su alrededor, que era hasta aterrador, escuchaba los latidos del reptil, el crujir de su ropa bajo las garras de este, sentía el aire pasar por su espalda advirtiéndole del peligro inminente... aunque ahora no se sentía tan peligroso.

"voy a matar esa maldita cosa de una buena vez"

Noto que aun sostenía la espada en su mano... que útil encontrar una de esas "Irina tenía una" cayo en cuenta que muy probablemente no era una coincidencia, sin esperarlo una sonrisa se formó en sus labios. De nuevo el aire, le aviso de la proximidad.

-acabemos con esto. -giro sobre sus talones encarando a la criatura que iba en picada hacia él.

No estaba seguro que se había apoderado de él, pero no quería averiguarlo si podía continuar sintiéndose como se sentía en ese momento. Greg doblo las rodillas preparándose para un salto, la criatura gritaba, tenía magullones y raspones cubiertos en sangre por el golpe que Greg le dio y ahora esto se acabaría.

Antes de que la criatura pudiera reaccionar, Greg salto por encima de ella girando en el aire, para luego con fuerte y certero movimiento de su espada, le corto la cabeza, como si de mantequilla se tratara, por un momento ni siquiera el considero que fuera real, había sido demasiado fácil, además del shock por su inesperada acción, de la cual no estaba seguro de como sentirse al respecto... definitivamente necesitaría hablar de esto con alguien.

- ¿es-está realmente muerto? -sin querer apretó con demasiada fuerza a su pequeño dragón el cual dio un chillido en queja. -lo lamento.

No debes sentir culpa, ahora que he nacido, también hubiera sido una amenaza para el, nos hubiera cazado hasta matarnos.

-aun me parece raro el poder escucharte. -Greg sonreía ampliamente, habiendo olvidado a la criatura decapitada a unos pasos de él. -ahora hay que ver como regresamos con los demás.

Puedo guiarte, ellas tienen una marca particular.

"¿marca?" Greg no quería hacer demasiadas preguntas, ahora que tenía consigo todo lo que necesitaba, su preocupación por los demás reapareció siendo consciente que, así como el, podrían todos estar separados.

Caminaron por un largo tiempo, aunque no había manera de saber el tiempo realmente, hasta ese momento Greg se percataba de eso ¿Cuánto tiempo habrá pasado lejos de los otros?

- ¿estás seguro que vamos bien?

Si, una dejo un fuerte rastro por aquí.

-rastro a que te refieres con eso. -Greg paro para ver al pequeño animal dentro de su chaqueta protegiéndolo del frio.

Solo necesitas ver con atención, es fácil.

El dragón estiro su cabeza fuera de la chaqueta y miro hacia adelante haciendo que Greg tratara de seguir su mirada "¿qué es lo que tratamos de ver?" al momento que forzó sus ojos en medio de la ventisca, noto algo en particular, un ligero tono anaranjado, brillante, se movía con el aire, era difícil de percibir, pero estaba ahí y como una alarma en su cabeza.

- ¡MAY!

No grites.

Greg no le prestó atención, y con el corazón acelerado y las lágrimas al borde de salir, corrió con una fuerza que desconocía aun, casi saltando por encima de la nieve.