1. Our Day... - Venom 🖤

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Tus ojos ya no podían seguir abiertos, cada vez sentían una necesidad inmensa de poder cerrarse y abrirse hasta el siguiente día sin importar si fuese tarde o temprano. Te tomaste un rato en poder abrir la puerta de tu departamento por lo mismo, hasta que lograste entrar y dejar caer la bolsa de compras al piso que hiciste antes de llegar a casa. Hoy el universo había tomado la decisión de hacer una malvada conspiración hacia tu existencia, teniendo el peor día de tu vida cuando pensaste que sería el mejor de todos.

El encontrarte con una lluvia intensa en plena mañana había arruinado tu atuendo preferido y tu cabello recién alisado, y eso que llevaste un paraguas contigo. Llegaste a la oficina con los calcetines mojados y la nariz rosa creyendo que aún era tu día, un poco de lluvia y calcetines sucios no era tan malo.

Tu jefa no era la mejor de todas, pero era un privilegio tener un trabajo que te daba el salario necesario para poder comprar comida y pagar las cuentas y servicios requeridos del departamento. Sin embargo ella decidió dejarte más trabajo del debido, clasificando papeles, haciendo llamadas, transcribiendo certificados y haciendo las citas para la jefa, era de esperarse porque eras su secretaria. Pero agradecidas poder tener un trabajo

Para la hora del almuerzo ya tenias un ánimo a medias, no tenías amigos en la oficina y tampoco lo intentabas, ya que no necesitabas a amistades que hablaban mal de tí a tus espaldas, así que tenías dos opciones: comer en una cafetería cerca del trabajo o llevar tu propia comida y aislarte de todos en tu espacio de trabajo. Esta vez tomaste la segunda, de tu cartera tomaste una bolsa de papel con un pequeño sándwich y una pequeña barra de chocolate al mismo tiempo revisando tu bandeja de mensajes... no tenías ninguno. Un buen mensaje aunque sea de tu mamá hubiese cambiado las cosas, pero no fue así, el sandwich y el chocolate no cambiaron nada, de hecho no querías comer, pero debías por cierta personalidad dentro de ti que lo necesitaba para vivir. Igualmente el día no se acababa, así que podía cambiar en cualquier momento y ser TÚ día.

Tu labor aún no terminaba, faltaban muchos papeles por meter a la computadora y sentías una envidia inmensa al ver que todos se despedían de tí y la oficina con una enorme sonrisa en sus rostros y tú aún sentada en aquella silla tan odiosa que te causaba un gran dolor de trasero. La noche llegaba y aún podías, aunque tu cara ya no era de felicidad como esta mañana tenías ese rayo pequeño de esperanza que algo pequeño podría cambiar tu día... aunque ya lo dudabas bastante.

Al salir del trabajo (la lluvia seguía pero esta vez algo más suave) con la mirada neutra recordaste el pasar a un supermercado, ya que "alguien" necesitaba combustible de feniletilamina en forma de barra de chocolate y bolsas de tater tots y seguir a tu lado. El simbionte estuvo presente junto a ti cada minuto de tu día y podía sentir los latidos de tu corazón cada vez más vagos y las ganas que tenías de llorar por sentirse tan miserable, pero apenas sabía la rara y única manera de vivir de la raza humana por lo que decidió no molestarte en lo absoluto y pensó en cómo poder cambiar su día. Aunque trato de hacerte conversación en el almuerzo, tú ya sentías en cómo terminaría. Te creíste una estúpida por pensar que sería tu día y Venom pensaba en hacerte pensar lo contrario.

Suspiraste. Por fin en casa, te quitaste los zapatos y los calcetines empapados y dejaste que el piso frío te congela los pies.

Qué día─ dijo él en tu cabeza

Y vaya que lo fue, fue el peor día de todos los peores que has vivido. En tú casa nadie podía molestarte, pero odiabas mostrarte débil. Lo odiabas a más no morir, por lo que con tus dedos detuviste a tus ojos de desbordarse y respirar profundo, la vida continuaba y lo sabías. Pero para cuando los abriste, Venom había materializado su torso junto a su brazos fornidos, cuello y rostro frente a ti.

Venom One - ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora