Venom One - Shots

25. Stay With Me - Eddie 🤍

En este shot Eddie no tiene a Venom :)

El hombre estaba necio con tal de poder conseguir esa exclusiva, que fuese lo que fuese a pasar no le importaba, solo la quería. Incluyendo en eso, el feo clima lluvioso que se presentaba en San Francisco y lo único que pudiste decirle a tu pareja es que usara su chaqueta  antes de salir, parecias tu mamá porque aún se lo decias cuando era soleado. Pero en este caso no dejaste  que se fuera sin antes verlo con la chaqueta puesta he irse a su entrevista. 

La exclusiva sería un éxito rotundo al día siguiente en el periódico, y Eddie sentía la felicidad en su cuerpo y solo deseaba contarte todo. Pero los cantaros de agua que caían sobre él fueron un poco de impedimento al momento de llegar a casa, siendo esto el modo en que manejara la motocicleta con cuidado y tomar precauciones. No quería tener un accidente.

Al llegar a casa, se quitó las botas antes de entrar pero eso no quitaba que las gotas de lluvia escurrían sobre el piso. Se quitó la ropa y la llevó al cuarto de lavandería, para luego encontrarte en la cocina con tu pijama puesta y haciendo un café. Te abrazó por detrás y solo reiste por lo bajo al hacerte cosquillas con su respiración en su cuello. Te diste la vuelta y verlo en ropa interior pero al mismo tiempo cansado, te causaba un temblor horrible en tu cuerpo. Tus mejillas rosas pero sus manos decían más que lo que deseaba, tomando tu persona a la habitación principal y solo se lanzaron a la cama en busca del calor de la misma y el tuyo. Solo deseaba descansar, algo que era mejor que hacer el amor. 

El sonido de la lluvia en la ventana era relajante, pero antes de dormir, solo cerraste la puerta, cerraste las cortinas y terminaste de apagar las luces. Se acurrucó junto a ti y con ello no hizo falta decir algo más que sonreír y descansar bajo el poder de Morfeo. 

(...)

La mañana estaba nublada como lo ha estado durante esta temporada. Pero Eddie sentía como el frío le congelaba el cuerpo, tanto que ni la sábana podía ayudarlo que buscó de tu calor humano para que dejara de temblar. Más tú podías sentir ese apego tan repentino que te hizo despertar de tu sueño y ver que pasaba. Estaba aferrado a ti como nunc antes lo había hecho, pero luego viste el porqué. Su cuerpo temblaba, sin mencionar que estaba sudando como loco y carraspea y tosia dando a conocer su dolor de garganta. 

─Eddie... ¿Qué te pasa?─ preguntaste con angustia 

─Abrazame─ su voz era más ronca 

Con una de tus manos tocaste su frente y estaba ardiendo en fiebre y el aire de su nariz era igual de caliente. Te asustaste por él que decidiste levantarte rápido para ir por la medicina correcta, pero una fuerza te lo impedía como tal para que no te fueras. La mano de Eddie te sostenía con firmeza y como forma de rogarte sin decir alguna palabra. 

─¿Eddie...?─ preguntaste viéndolo

─No te vayas... por favor...─ pidió con dificultad pero su rostro te causaba lastima pero no entendías porque 

─Pero Eddie, tengo que ir por tu medicina, no quiero que te pongas peor de lo que ya estas─ 

─No te vayas... te lo pido─ su respiración era agitada ─Por favor...─ 

Dudaste un poco al querer tomar una decisión, pero no podías dejarlo así. Te metiste en la cama y lo enrollaste en tus brazos para que descansara en tu pecho, te dolía verlo así. Vulnerable y débil, sin poder mostrar esa sonrisa que tanto amabas. Por parte del joven solo se dispuso a descansar un poco con la mujer de sus sueños, sabiendo que haría todo con tal de tenerla a su lado y que nunca le pasara nada malo sin cometer alguno estupidez. 

Unos minutos habían pasado y Eddie cada vez se veía peor que cuando despertó, que no podías permitir que se muriera en esa cama. 

─Cariño... dejame ir por tu medicina y preparar una sopa─ dijiste tratando de zafarse de tu agarre, algo casi imposible luego de un momento 

─No─ dijo seco y se aferró más ─No quiero medicinas, quiero estar contigo─

─¿Qué te pasa Eddie? No iré a ningún otro lado ¿Porqué piensas que te dejaré?─ preguntaste para que despues te viera con ojos decaídos pero tristes 

─Porque mi padre nunca me cuido cuando me enfermaba de niño, su trato era indiferente e ignorante, me dejaba solo todo el día en casa y no me cuidaba─ dijo aún aferrado a ti ─Y sabes que nunca tuve a mi mamá conmigo, no quiero que me dejes, no quiero que me abandones como lo hacía mi padre. Solo te quiero a ti conmigo─ 

Su forma de decir eso te rompió el corazón. Conocías la historia de Eddie y sabías todo por lo que había pasado al no tener a su mamá a su lado, pero cada día conocías más a este bello hombre que guardaba un enorme dolor, por más fresco y simpático que fuera. Por más dulce y cariñoso que él fuera. Lo amabas. 

─Eddie...─ dijiste suspirando ─Te prometo que yo nunca me iré─ dijiste sin importarte besar tu frente ─Pero, te pondrás peor si no tomas algo y te necesito vivo─ dijiste con una pequeña risa la final ─Solo dejame ir por tu medicina y prepararé una sopa, luego me quedaré contigo todo el día─ 

─¿Lo prometes?─ preguntó antes de dejarte ir

─Lo prometo, me quedaré contigo─ dijiste y te soltó para que fueras por la medicina 

Lo cubriste con las sábanas para que siguiera durmiendo. Rápidamente tomaste un vaso con agua a temperatura ambiente, mientras que fuiste al baño por la pastilla para la fiebre. Regresaste a la habitación y la dejaste en la mesa de noche haciendo que despertara para tomarla de una vez. Sonreíste y volviste a salir de la habitación. 

Comenzaste a preparar la sopa y con ello un té de manzanilla con un poco de miel. Te llevó un rato en terminar la sopa de pollo, tratabas que estuviera bien de sal y que el pollo no estuviese sobrecocido. Todo estaba perfecto.

Eddie por inercia se levantó para tomar una ducha tranquila, que con verlo solo lo acompañaste para ver que la temperatura del agua fuera la correcta. Siendo una ducha corta, Eddie al salir se tomó con unas prendas cómodas para usar puestas en la cama, siendo un pantalón de lana holgado y un sudadero. Lo dejaste que se vistiera y salió de la habitación hacia el sillón de la sala, prendiste la televisión y estaban dando una pelicula cualquiera pero Eddie no te pedía que la cambiara o que le pasaras el control de la televisión. 

Colocaste su plato en la pequeña mesa de centro, su rostro daba a entender que se veía delicioso y la comió sin dar queja alguna. Aún enfermo y comiendo sopa en una sudadero viendo una película, te enamorabas más de él. 

(...)

Acostados en el sillón, el descansando sobre ti como si fueras una almohada, solo dormía plácidamente mientras acariciabas su cabello. Pero su corazón lo podías sentir y estaba en paz. Mantendrías tu promesa de nunca dejarlo solo, nunca porque estabas segura que lo amabas con todo lo que podías ser, aun con ese dolor del abandono y la soledad. De alguna forma, el se comportaba como un niño y tu eras su madre. 

─Me quedaré contigo─ dijiste sin más y solo seguiste viendo la película hasta quedarte dormida junto a él

Cortito pero con cariño. ❤