15.

385 25 3
                                    

Alrededor de dos días transcurrieron desde que el equipo conformado por tres shinobis se aproximó hacia los exteriores de la aldea de Konoha, es más, en vista del entorno en que en esos momentos se hallaban, era posible declarar que, seguramente, ya yacían caminando sobre lo terrenos del país de Viento, haciéndoles ver que el trayecto hasta su destino pronto llegaría a su fin y habrían llegado esa misma noche si hubieran continuado empleando aquel eficaz ritmo que estuvieron llevando durante su viaje. Sin embargo, se vieron obligados a buscar refugio ante la repentina aparición de una tormenta de arena en su camino, obstaculizando sí sus planes, pero contando por lo menos con la fortuna de avistar una cueva no muy a lo lejos de su ubicación, la tormenta no parecía tener intenciones de perecer pronto, por lo que probablemente deberían quedarse ahí hasta la mañana siguiente.

Pese a tales contratiempos de por medio, Naruto no creyó que su improvisada estadía en dicha cueva junto con sus compañeros fuese tan mala. Hinata estuvo haciéndole compañía durante unos momentos, además, buscó establecer con él algún tipo de desinteresada plática, pero una vez que cayó la noche el ambiente tomó un ligero desvío, ahora la joven yacía concentrada en sus propios asuntos, revisando y ordenando las pertenencias que traía consigo, mientras que él simplemente descansaba en el piso con su espalda entrando en contacto con el muro tras haber encendido una pequeña fogata para sobrellevar mejor el frío del desierto.

Le habría gustado decir que estaba disfrutando de algún modo esos momentos de paz, pero fue incapaz de hacerlo con al ambiente ahora siendo todo lo contrario, era incómodo, por supuesto que iba a serlo si tenía la pesada y penetrante mirada de Lee, quien yacía sentado no muy lejos, cayendo sobre él y no solo era eso, si no que también se percató que su compañero desviaba la mirada en cando alzaba la vista en su dirección e inclusive si no ra para regresarle la mirada exclusivamente a él.

–¿Qué problema tiene conmigo este sujeto? –Se preguntó hacia sus adentros, frunciendo ligeramente el entrecejo.

Otra razón que le generaba incomodidad al pobre Uzumaki fue el comentario que Lee le dedicó momentos antes de dejar la aldea, lo cual dejaba mucho en qué pensar, era como si Lee tuviera alguna especie de resentimiento en su contra y la verdad no entendía muy bien el motivo de ello, puesto que no creía haberle hecho algo que pudiese dar paso a tales negativos pensamientos hacia su persona.

Con todo aquel embrollo rondando en su cabeza, Naruto comenzó a caer en cuenta de cómo su curiosidad se hacía cada vez más fuerte y se le habría hecho más fácil ir y preguntarle a Lee directamente sobre el problema que parecía existir entre ambos, no obstante, tenía dos puntos en su contra. Primero, teniendo ahí a Hinata entre ellos temía que todo se hiciese todavía más incómodo según el rumbo que su hipotética conversación tomara, y segundo, su relación con él no era la mejor, habían trabajado juntos en misiones pasadas, como el asalto a la guarida de Akatsuki, por ejemplo, pero no es que hablaran demasiado... su relación con Lee no era en absoluto como la que tenía con Shikamaru, así que no tenía la menor idea de cómo manejarlo en esas circunstancias, tenía que ser a solas, sin ningún tipo de perturbación.

Con aquel duro silencio dominando el espacio, Uzumaki se hundió hasta en lo más profundos de sus pensamientos y no emergió de ellos hasta la repentina intervención de Hyuga, quien comentó.

–La tormenta está siendo bastante fuerte.

–Ah sí, eso parece.

Naruto comprendía las intenciones de Hinata al hacer el intento de romper el hielo al formularle aquel comentario tan genérico y no le habría agradado tener que dejarla hablando sola, por lo que olvidándose de sus ideas por un momento, buscó darle continuidad a la conversación que ella dio a lugar con lo primero que pasó por su cabeza.

Don't dream, it's overNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ