1.

2.7K 98 28
                                    

Eran alrededor de las seis y treinta de la tarde, hora en la que tanto Naruto Uzumaki como Sakura Haruno abandonaron la oficina del actual Hokage, Kakashi Hatake. Tras haber entregado el reporte de su última misión ambos shinobis optaron por permanecer un poco más de tiempo junto a él haciéndole compañía durante su trabajo, era su maestro después de todo, aquel hombre que les enseñó y guió para convertirse en los ninjas que son hoy en día, ellos fueron el primer equipo que Hatake tomó bajo su cuidado, por lo que el vínculo que los unía era más que irrompible.

Mientras se alejaban con lentitud de la Torre del Hokage, Naruto inició. –No importa cuánto pase, aún sigo sin poder acostumbrarme a la idea de que él sea el Hokage, no pensé verlo envuelto en ese rollo.

–Independientemente de que sea el Hokage, no pareces demostrarle mucho respeto por ello. A su alrededor sigues siendo como todo un crío. –Riendo ante su propio comentario, Haruno agregó. –Pero así están las cosas, algunas cambian conforme el tiempo pasa por muy raras e inesperadas que estas se vuelvan.

Acercando su cuerpo al de la joven, Naruto estira su brazo sobre los hombros de ella. –En ese caso, nosotros dos somos un muy buen ejemplo de lo que dices. Apuesto a que nunca antes imaginaste que algún día podría llegar a haber algo entre nosotros.

–¿En serio quieres oír la respuesta?

Ante aquella irónica pregunta, Naruto prosiguió. –Ya la sé, cuando niños te la pasabas detrás del idiota de Sasuke al igual que todas las demás chicas que se le pasaban por el frente, era como ver a un pastor con su rebaño.

El rubio Uzumaki estalló en carcajadas que fueron provocadas por su propio comentario, carcajadas que a continuación se estancaron en su garganta al recibir un golpe en sus costillas por parte de Haruno, el cual fue propinado por el codo de esta.

–Estás sobreexagerando los hechos Naruto, así no es como ocurrieron las cosas.

–Eso dices ahora porque no tenías el mismo punto de vista que yo, también solías ser un poco seca conmigo, era difícil conseguir que me pusieras atención.

Sakura, en un brusco movimiento retira el brazo de Naruto que yacía sobre ella, y con el ceño fruncido y de brazos cruzados agregó. –Estás haciéndome ver como si fuera la bruja de la historia, hablas de mi como si nunca hubiera notado que existías.

Uzumaki no mostró señal alguna de preocupación frente al aparente enfado que de Sakura emanaba, al contrario, con una traviesa sonrisa se acercó por sus espaldas, rodeando su cintura con sus brazos para abrazarla y reposar su mentón sobre su hombro. –¿Qué te parece si salimos los dos esta noche?

–¿No se trata de ninguno de tus trucos para evitar que me enoje contigo? –Preguntó Haruno, riendo con sutileza frente a la pregunta que le fue hecha.

–No, pero pensé que podríamos pasar un lindo momento juntos, solo tu y yo, no lo hemos hecho mucho últimamente. –Se explicó el joven rubio. –Podemos salir a comer a algún sitio, si quieres.

–¿De verdad? ¿Un lugar como Ichiraku Ramen tal vez? –Preguntó Sakura con claras intenciones bromistas de por medio, esbozando además una sonrisa de par en par.

Haruno era consciente de lo mucho que Naruto adoraba el ramen, no por nada era su platillo preferido y sabía muy bien que iba a disfrutarlo cada vez que tenía la oportunidad.

De los labios de Uzumaki, una risita escapó. –Es una idea bastante tentadora. –A continuación, dejó un corto beso sobre el hombro de Haruno. –Pero no, no será ramen esta vez.

En un arranque de pasión, Naruto besó una vez más el hombro de la kunoichi para luego proseguir con su cuello hasta llegar a su nuca y Sakura, quien comenzó a avergonzarse de las acciones tomadas por el rubio, comentó.

Don't dream, it's overWhere stories live. Discover now