Alguien me interrumpe empujándome hacia un casillero - Mía - Dice con voz fuerte y grave - Solo mía - ¿Y a este que le ocurre?
- !Oye depravado mental te puedes quitar¡ - Digo tajante .
- Mi mate , mi luna - Este chico fuma demasiada hierba - Mi to...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de la corta pero rara presentación de Warner la noche transcurre con miles de comentarios de todo tipo, todos buenos claro esta, el "Te has ganado el premio mayor con ella, Warner" "Warner tienes la definición de perfección a tu lado" "Wow son una pareja digna de admirar" no pudieron faltar. Encantada y agradecida respondía a cada uno con una gran sonrisa que adornaba mi rostro, pero mi mente no podía parar de pensar en las palabras que hace unas horas salieron de la boca de mi actual pareja. "Reina Dorada" ¿Que mierda era eso? Claro esta que en mi vida ya había mucho drama y uno más ya no me sorprendería pero tampoco sería agradable pasar por mas situaciones con las que no supiera lidiar.
–¿Desea un bocadillo?–Un mesero me pone a la altura de mi cara una bandeja llena de bocadillos que sinceramente no se veían apetitosos para mi.
Niego y le dedico una leve mueca.–Gracias, mejor me podrías indicar la salida al jardín, por favor.
El asiente y me da algunas instrucciones para dirigirme a la salida más cerca. Necesitaba respiras un poco, era agotador estar rodeada de tantas personas, todas muy agradables pero no me sentía preparada para seguir sonriendo a todo mundo. Llego al jardín trasero y me impresiona lo gigantesco que es, grandes rósales adornan las entradas de el y los árboles frutales adornaban gran parte del lugar. Me encontraba en un balcón que me hacía apreciar lo extenso que era. Suspire recargándome en el mármol, lleve mi mano hasta la altura de mi cien para poder masajearme esa zona. Tenía tantos pensamientos, sentimientos, ideas atoradas en mi cabeza que ninguna me dejaba descansar. Reina Dorada sonaba importante desde el riña hasta el dorada, si bien sabía que Warner era de familias de seres sobrenaturales pero jamás me puse a penar que también varios cargos familiares caerían sobre mis hombros.
¿Quien lo diría? Pase de ser la novia de un Alpha a ser la novia de un vampiro sumamente importante, casual, cosas que pasan en la vida diaria de cualquiera. Sonrió a causa de mi ironía, volteo hacia los grandes ventanales que dejan ver hacia dentro donde la velada está siendo llevada acabo.
–Tienes un perfil digno de admirar, jovencita.
La repentina voz me hace voltear hacia mi derecha encontrándome con una mujer con un precioso vestido rojo carmesí, melena rubia y ojos grandes.
Ella sonríe y avanza unos cuantos pasos,–Todos allá adentro elogian lo hermosa que es la novia de mi nieto, ya veo por que.
Espera, ¿Acaso dijo nieto? La señora que tenía enfrente mío no superaba los treinta años en aspecto físico.
–¿Nieto?–Las palabras resbalan de mi boca y al instante me riño por mi error.
Zoé siendo Zoé, echando a perder las primeras impresiones.
Ella sonríe y asiente.–Sorprendente, ¿no es así?–Dice tocando su rostro.– Nadie se podría imaginar que soy mucho mayor que varios aquí presentes.
–La eternidad tiene sus beneficios, ¿no?
Ella se encoge de hombros y ladea su cabeza.–Tiene más beneficios que desventajas, pero las desventajas son grandes. Así que está en una balanza, algún día lo comprenderás.
¿Algún día? Según lo normal el ciclo humano no dura una eternidad.
–Algún día–Mis palabras salen repitiendo las suyas.
–Así es, ¡que tonta!–Exclama sintiendo y llevando una mano a su cabeza.–No me he presentado, soy Luciana, abuela de Warner pero eso ya lo sabes.–Me extiende su mano y la acepto gustosa.
–Zoé, es un placer conocerla.
–¡Ay, querida! No uses formalidades conmigo, seré tu abuela en unos meses si las cosas van como se ven, y en un par de años tal vez me hagan tatarabuela.
Al escuchar la última frase mi corazón siente una punzada de dolor, haciendo que mi estado de ánimo caiga drásticamente en picada.
Sonrío de lado y asiento.–Será todo un gusto.
–Veo que ya conociste a mi mujer, abuela.–La fría mano de Warner se posiciona en mi espalda baja dándome seguridad.–Espero no la hayas asustado.
Ella niega con una enorme sonrisa,–Solo me presentaba, ¿Por quien me tomas? ¿Por una anciana loca?
Warner niega y sonríe.–Tienes tus arranques de locura.
–¿En que momento te volviste un muchacho tan malcriado?–Se queja haciendo una mueca.–Iré por unas cuantas copas de Champán antes que me hagas salir canas.–Pasa por mi lado agarrando mi mano dándole un apretón.–Fue un gusto, querida.
Asiento en si dirección dando una leve sonrisa.–El gusto fue todo mío.
Ella se marcha dejándonos solos, no pasan mas de dos segundos de que se marcho cuando entierro mi rostro en su pecho mis brazos se ven aferrados a él, de inmediato el me envuelve en sus brazos haciéndome sentir protegida.
–Te extrañe.–Susurra contra mi cabello haciéndome reír un poco.
–Nos dejamos de ver por menos de diez minutos, no puedes extrañarme en tan poco tiempo.
–Así pases un segundo fuera de mi vista voy a extrañarte, es una completa tortura que no estés así de cerca siempre.
Niego con la cabeza con diversión y ternura. Suspiro aferrándome a aquel chico rubio que tengo conmigo y desconecto mi cabeza de todos esos pensamientos que me bombardean en todo momento, ya habrá mañana para pensar en ellos.
... ¡Sorpresa! Volví después de muchos meses, odio desaparecer pero por x o y siempre me pasa. Este capítulo es un poco corto pero quería volver a escribir algo chico y los siguientes capítulos los trataré de hacer más extensos se los prometo.
