Capitulo 57

4.6K 336 43
                                    

Una mano pasa por mi cintura haciendo que mis sueños se detengan un momento, la suave caricia hace que sin evitarlo mis sentidos se pongan alerta.
Con una vida como la mía hay que estar siempre alerta.

No abro los ojos pero si volteo hacia la caricia.

–Shhh, vuelve a dormir, mi amor.–La voz de Warner hace que me relaje y me funda con tranquilidad bajo su toque.

–Volviste.–susurro aún con mis ojos aún cerrados.

–Volví.–Siento como sus manos me arrastran hacia su pecho pasando sus brazos por todo mi cuerpo.–Siempre volveré a ti, Zoé. Me sorprende que no lo sepas.

Dejo un casto beso en su pecho ya desnudo.–Ahora ya lo sé.

Sus suaves caricias me tranquilizan arrullándome y incitándome otra vez a caer en mi profundo sueño.

–Te amo, mi amor.–Su susurro me hace sonreír y así me dejo caer en un sueño lleno de  paz.

A la mañana siguiente me despierto sola, me asusto y toco la cama deseando que el cuerpo de Warner siga  a mi lado, pero no lo está.
Mierda, ¿Fue un sueño?
Me apresuro a salir de la cama y colocarme unas sandalias para no tocar el frío suelo. Abro la puerta y bajo las escaleras tan rápido como mis piernas me lo permiten, me tranquilizo muchísimo cuando la espalda desnuda de Warner se hace visible, sin pensarlo mucho camino hasta el pasando mis brazos por su cintura abrazándolo por detrás.

–¿Por que siempre arruinas mis sorpresas?–Su voz finge un falso enfado que me hace sonreír.–Quería llevarte el desayuno a la cama y despertarte, pero ¡claro! tenías que despertaré antes que yo pudiera terminar.

–Lo lamentó, pero me asuste al no encontrarte a mi lado.–Murmuro besando su espalda.–Pensé que había sido un sueño.

Sus manos apretaron las mías y escucho su suspiro. Sonrió y sin poder detenerme sigo dejando suaves besos por toda su espalda.

–Zoé, vuelve al cuarto.–Su voz mandona me sorprende pero no me detengo.–Si no te detienes no me dejarás acabar tu desayuno.

Suspiro y dejó un último beso húmedo y me separo quitando mis manos.–Te espero en el cuarto.

Corro feliz hacia la habitación para meterme entre las sábanas y esperar por el. Quince minutos después lo veo pasar por la puerta con una charola con nuestro desayuno en el. La deja sobre la cama y miro lo qué hay. Hay un plato lleno de waffles junto con dos chocolates calientes con bombones y dos tazones lleno de frutas rojos.

–¡Dios! Me moría de hambre y ni siquiera lo sabía.

–Come ya que no me dejaste despertarte.–Me acaricia la mejilla y yo la pego más a su mano.

–¿Y después me comes a mi?–Digo moviendo las cejas coquetamente. No lo decía en serio o tal vez si.

–Eso no lo tienes ni que pedir.–Se inclina hacia mi y posa sus labios contra los míos. Su beso es feroz pero no deja de ser dulce. Paso mis manos hacia su nuca acercándolo más obligándolo a caer encima mío. Mi espalda se recarga en la cabecera sintiéndome más cómoda. Jadeo cuando sus manos empiezan a recorrer con ansias mis piernas con caricias fuertes y deseosas.

Me separo y sonriendo. Le doy un pequeño beso.–Hay que desayunar y después seguimos con esto, ¿si?–Paso mis manos por sus hombros y el asiente.

–Eres un maldito horno de microondas.

Suelto una risita mientras me incorporo en la cama, y me acomodo el pequeño short para agarrar un tazón de frutas.

–¿Que pasó ayer?–Le pregunto metiendo un tenedor lleno de fresas a mi boca.

Warner niega con la cabeza despeinando unos mechones de su rubio cabello, extiendo mi mano y se los acomodo.

–No hablemos de eso, mi amor. Mejor come, que se va a enfriar.

Lo escaneo con la mirada. Siempre me contaba todo y cuando no lo hacía era que había pasado algo.

–¿La mataste?–Digo sin poder evitar mis palabras. El se tensa y deja de masticar su comida. Dios  ¿Si lo hizo?
Las palabras de Alicia una vez más vienen a mi mente. Yo sabía que Warner no era ningún santo y tenía un historial de muertes algo extenso pero jamás me había puesto a pensar en ello a fondo. –¿Warner? ¿Lo hiciste?

–Trato de matarte.

Palidezco en ese segundo recordando al hijo que tenía.–¡Warner ella tenía un hijo!

–Y tu igual estabas esperando uno y en cambio a ella no le importo ¿Por que debería importarme eso? 

Me callo y pienso en sus palabras. El tenía razón, a ella no le interesó que yo estuviera embarazada, planeaba matarme a mi junto con mi bebé.–¿Como fue?

–Se me adelantaron con el trabajo sucio, cuando llegue ella estaba gravemente herida y desangrándose, a de ver durado  unos veinte minutos antes así, quien lo hizo planeo muy bien que su muerte fuera larga y dolorosa.–Hace una pausa y me mira con una mirada intensa que jamás había visto.–Yo solo la dejé desangrándose, rogando por su vida.

Lo miro sin poder articular una palabra. Muriendo y rogando por su vida, y el había visto como ella murió sin piedad alguna. ¿Se lo merecía? Tal vez, pero mierda una muerta era algo con  un peso muy difícil de cargar.

–No me mires así.

–¿Como?

–Como si tuvieras al peor asesino enfrente tuyo.–Toca mi cabello y lleva un mechón atrás de mi oreja.–Ella se metió contigo, Zoé. Nadie que se meta contigo sale ileso, ¿Me entiendes?–Posa sus manos en mis cachetes obligándome a mirarlo a los ojos.–Nadie.–Me da un casto beso en los labios.–No te preocupes por su hijo, te recuerdo que el idiota de Liam sigue con vida, lo tiene a él y a sus abuelos, su madre era una psicopata así que le hicimos un favor.

–Perdón, pero mi corazón es bastante frágil ante esos temas.

–No, tienes un precioso corazón. Es entendible que te enojes por eso.

Niego con la cabeza.–No, ella se lo merecía, quiso matarme.

–Ya no me lo recuerdes.–Suspira.– No se que haría sin ti, Zoé. No podría vivir otra vez  sin ti.–Quita de en medio la charola del desayuno y tira de mi hacia el.–No te vuelvas a ir, por favor.

Niego con mi cabeza en su pecho.–Yo tampoco podría vivir sin ti.–Y por primera vez esa frase se sintió real en mi.–Te amo, más de lo que he amado a alguien y más de lo que amare a alguien. Nunca lo dudes, quiero estar contigo por el resto de mi eternidad.–Me aferro mas  a el, como si con la suficiente fuerza me pudiera fundir en el.–Fui una idiota pensado que tú era el villano en mi vida.

Escucho su suave risa y me sostiene pegada a el.–No te puedo culpar, en ese entonces actúe como el villano.–Besa mi cabeza y aún puedo sentir su sonrisa.–Tu y yo, Zoé. Por siempre y para siempre.

                                       ***
Quieren que Liam tenga su final? O lo dejamos vivir su sola existencia?

Como se imaginan a Warner?
Yo me lo imagino ya algo así

Como se imaginan a Warner? Yo me lo imagino ya algo así

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Aunque más rubio.
Gracias por leer.

Le pertenezco al alpha Where stories live. Discover now