—¡No lo puedo creer! ¡Te esperaré! — gritó emocionada Lucy con el tubo de teléfono.
Su padre se acercó a ella y esperó a que colgara la llamada. Luego de unos minutos lo hizo y miró a Kreese.— Daniel vendrá. — explicó por la emoción que su padre no entendía, éste la miró seriamente y siguió su camino a la cocina.
Lucy se acercó a su madre y le explicó que Lucille junto a Daniel vendrían a Los Ángeles. Ambas emocionadas organizaban cómo harían su bienvenida a los Larusso.
Luego de un par de horas, Lucy se acercó a su padre que se encontraba en la sala viendo la televisión.
— Papá. ¿A que hora debo de ir al Dojo? — preguntó y éste la miró divertido.
— No irás... Hoy comenzará Lawrence en tu lugar. — explicó mientras no la miraba. Seguía su vista a la televisión y a Lucy se le esfumó la sonrisa en el rostro. Kreese la miró y pudo notar que reprocharía. — No quiero escucharte. Johnny comenzará en el dojo, si tienes algún maldito problema con él, ya sabes cómo solucionarlos. Debes de golpear primero; cariño. — respondió para apagar aquél artefacto y ponerse de pie, pasó por su lado y se fue a su habitación.
Lucy bufó. Estaba triste. Le rompía el corazón que las personas que quería siempre eligieran a otras personas que a ella. Sonaba egoísta, pero ella siempre se encontraba en segunda opción, le demostraría a Johnny
y a su propio padre que así no eran las cosas.— ¡Aquí! — gritó emocionada Lucy mientras sostenía un cartel en el aeropuerto. Daniel la miró y tiró sus maletas en los pies de su madre. Ésta bufó con una sonrisa.
Ambos chicos corrieron, se juntaron en un gran y fuerte abrazo. El chico de cabellos negros la tomó de la cintura y la levantó por los aires, la risa de Lucy se oyó en todo el lugar, un beso fue puesto en la mejilla de Daniel y ambos sonrieron, éste la dejó en el suelo.
— Te extrañé muchísimo. — fueron las palabras de la pequeña Kreese.
— Y yo a ti, demasiado. — ambos cruzaron sus brazos y comenzaron a caminar en dónde se encontraban sus madres que era a pocos metros de ellos.
Lucy le dio la bienvenida a Lucille y su madre a Daniel. Los cuatros se fueron a almorzar algo rico por la llegada de los Larusso.
Johnny Lawrence.
Un golpe fuerte en el pecho de Dutch, éste no cayó al suelo y respondió con una patada en la cara de Lawrence, éste si cayó.
— ¡Punto! — vociferó Kreese con el tono de voz desesperante. Cortó la pelea y llamó a su chico trofeo. — ¿Acaso eres un inútil? — le preguntó entre dientes sin darle importancia al labio roto de su alumno. Johnny negó, su profesor le dio la vuelta y lo empujó de nuevo al tatami.
— ¡venia! - levantó la voz y Dutch junto a Johnny se hicieron aquella típica reverencia. — ¡Posición! — ambos tomaron la posición de pelea. — ¡Luchen! — gritó ésto último y comenzaron a tirar patadas por doquier.
Golpes de mano, brazos, piernas, ninguno de los dos los recibía.
— ¡Acabalo! — gritó su Sensei.
Johnny dió una vuelta completa y levantó su pierna a la altura de la cabeza de su oponente, golpeando fuertemente la mandíbula de Dutch con su pie. Cayó al suelo inconsciente. La bandera se levantó.
— ¡Punto! - gritó el Sensei. — Y opino que ganas... — dijo bufando al ver a su otro alumno inconsciente en el tatami. Se fue a su despacho sin darle importancia.
Poco minutos después, Lawrence se encontraba ahí dentro junto a él. Se acercó a Kreese y suspiró.
— No creo estar listo. — respondió con cierto nerviosismo. Su Sensei le clavó la mirada directamente a sus ojos, se colocó de pie y se acercó lentamente a Johnny, lo tomó de su Gi y lo levantó a una altura considerable.
— ¿Qué acabas de decir? — preguntó molesto. Johnny temblaba del miedo. No era nada desconocido para él verlo de ésa forma a su mentor, pero siempre le causaba un miedo por dentro. — Son muchos meses Johnny. En unos dos meses más será la competencia y tú ganarás. — lo dejó bruscamente en el suelo. Sonrió. — Sino, vete. — se acercó a la puerta y la abrió, su alumno negó rápidamente. — Éso creí. — se encaminó a su escritorio y tomó asiento. — Lárgate y sigue practicando. — ordenó y éste salió como un rayo de ahí.
Pensaba seriamente en renunciar a aquél Dojo.
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COBRA KAI |Johnny Lawrence|
FanfictionEs triste pensar que las personas que más amas, son las que más te mienten y lastiman. Pero la vida es así. Kreese le enseñaba a su hija lo que son las primeras decepciones de la vida. Siempre había que golpear primero, golpear fuerte y sin pieda...