CAPÍTULO 37

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Piper.

Sus cabellos eran revueltos por el fuerte viento de verano. Sus audífonos estaban puestos en sus orejas, escuchando los álbumes completos de Queen. Una de las bandas favoritas de ella y de su querida amiga, Lucy.

Se encontraba completamente sola en el campus de la escuela. Podía ver a lo lejos el equipo de porristas practicar, mientras los chicos de último año, jugaban al futbol.

Comenzó a dibujar en la libreta que siempre llevaba con ella y sonrió al ver la primera hoja, ahí estaban ambas en el festejo de la noche de muertos.

Una sombra que hizo que el sol que daba a su libreta, se dejara ver por encima. Haciendo que rápidamente quitara sus audífonos y volteara su vista al causante de aquello.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver al padre de su amiga. Utilizaba aquellos lentes de sol, haciendo que su aspecto, fuera más intimidante.

Sin hacerla saber, que éso, lo utilizaba para no dejar ver sus ojos hinchados de tanto llorar en éstos meses de vacaciones.

Ella quedó inmóvil de tan sólo verlo.

Él sacó de su chaqueta, otro pedazo de papel para dejarlo en frente de ella.

Piper lo tomó lentamente y él se marchó, recorriendo todo el campus con la vista de la chica de tez blanca por encima.

Miró la carta y su nombre aparecía escrito a mano con la letra de su amiga.

Lo abrió rápidamente y comenzó a leer con atención.

Mi amada Pipercita.
Sé que estarás preguntándo que demonios es ésto.

Es una carta de despedida.

¡Pero Hey! No te asustes, no me ahogué en mi bañera, tampoco corté mis venas y mucho menos me tiré del puente de metro y medio de la carretera.

Me he ido para siempre, amiga mía.

Sólo espero que en algún momento de nuestras vidas, podamos volver a encontrarnos.

Tú más que nadie a estado conmigo éste año y te amo profundamente, demostrarte ser más leal que cualquier otra.

Gracias por escuchar cada queja, por estar en mis peleas y por jamás dejarme sola.

Lo siento si ahora éso es lo que hago contigo, pero espero que sepas entender, lo hago por mí. Tú más que nadie sabe mis batallas y que la salud mental es lo primero que hay que cuidar.

Yo siempre estaré para ti.

Cuándo apenas pueda estar en contacto contigo, prometo decirte dónde me encuentro.

¿Y te digo algo? Daniel siempre estuvo interesado por ti. Sólo se fijo en Ali porque nunca le diste una señal.

¡Te amo por siempre! Gracias por ser mi mejor amiga.

Siempre lo seremos a pesar de la distancia.

Atte: La chica que utilizó tu postre para arruinar el abrigo de Johnny Lawrence.


No estaba molesta, por supuesto que no

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No estaba molesta, por supuesto que no.

Todo lo que Lucila hiciera, ella estaba para apoyarla en cada decisión que tomara.

Al final y el cabo, cada uno es un mundo. ¿No es así? Y Lucy tenía todo el derecho del mundo de buscar la felicidad dónde fuera.

Sonrió con algunas lágrimas en sus ojos que amenzaban con escapar y tomó nuevamente su libreta. Besó aquella foto, dejando soltar gotas saladas.

— Siempre, siempre seré tu mejor amiga. — dijo en un susurro, para luego apoyar la carta en su pecho.

La extrañaría siempre.

COBRA KAI |Johnny Lawrence| Where stories live. Discover now