Leiden: El internado || EDITANDO

•Capitulo 14•

Andrea/Vanette

Ahí estaba ella, el bosque y la noche, no sabía que estaba pasando, estaba rodeada de muchos árboles, no había ningún sendero, ningún camino que apreciar por el lugar. Baja la vista a sus pies, estaban descalzos tocando la fría y humeda tierra del lugar, trata de dar un paso pero siente la mirada de alguien o algo, levanta la vista pero no ve nada.

De repente un grito desgarrador se escucha retumbar por el bosque entre los árboles, tapa sus oídos pero el grito es más fuerte, luego ya no es uno solo, son varios que atormentan  su cabeza, lamentos y gritos de ayuda, a los que no puede atender.

Hasta que...

Despierta, mira a su alrededor, esta aún en la habitación del lugar, el viento entra leve por la ventana, dando una brisa fría de la noche. Vanette, se levanta de la cama y entra al baño, tenia calor y estaba sudada, abre la llave y lava su rostro rápidamente.

Regresa y mira la hora, las 3:00 am, aún era muy de noche, se acuesta de nuevo, pero no logra volver a conciliar el sueño, da vueltas en la cama y busca como dormir, pero es inútil, mira de nuevo la hora, las 4:00 am, solo había pasado una hora exacta.

Se levanta de nuevo y toma un abrigo, era muy de mañana, pero debía tomar aire, lo necesitaba. Sale de la habitación a los pasillos, todo esta tan silencioso, tan oscuro, solo la luz de la luna se refleja en los pasillos apenas iluminando el lugar.

Así pasan minutos, silencio profundo, soledad profunda y tensión de miedo en el lugar, pasa por diferentes habitaciones, todas cerradas y con alguién durmiendo dentro, baja para la planta inferior, todo está muy igual, observa el lugar, és más grande de lo que parece.

Una puerta abierta llamá su atención, camina sin afán hacia ella y entra, una piscina, dentro del Instituto, el agua se refleja por la luz lunar y no hay nadie, parece no haber nadie.

Se sienta en la orilla y mete los pies descalzos al agua, mirando su reflejó, tenía ojeras, no era la primera noche que no lograba dormir. Un ruido la altera un poco, parece venir de los vestidores, la curiosidad de que no esta sola ganá y se queda mirando hasta que de nuevo otro ruido más se escucha.

Sé levanta y camina por el borde de la piscina dejando huellas húmedas a su paso, llega a la puerta y esta se encuentra entreabierta, la empuja y trata de ver adentro, pero realmente no ve nada, pues solo hay oscuridad, una espesa oscuridad.

—¿Hola? —pregunta y un sonido más responde.

Se acerca un paso y retrocede dos cuando el sonido de varias cosas resuena en el suelo, entonces una cola peluda se asoma por la puerta, esto solo hace que Vanette retroceda rápido otro par de pasos más, cayendo a la piscina de espaldas sin ver que es lo que esta con ella.

Entonces la silueta de un hombre aparece y se lanza tomando rápido su cintura y sacandola de alli al tiempo que ella tose.

—¿Que haces aquí? —pregunta con tranquilidad el chico.

Ella toma aire antes de responder— No podía dormir así que camine y encontré este lugar—da pequeños golpes en su pecho.

—Caminar de noche aquí, es muy peligroso—afirma el.

—¿Y si es así? ¿Tu que haces aquí? —ella lo mira, se trata de Tahiel.

—Mi habitación esta cerca, escuche el estruendo y vine a ver—dice y sacude la cabeza para quitar el exceso de agua de su cabello.

—No necesitaba de tu ayuda, se nadar.

—Si no llegó, te tomas la mitad de la piscina—enarca una ceja.

—No, tome agua porque tú, me sacaste de forma agresiva.

—De nada—es todo lo que el responde y viaja su mirada a la puerta del vestidor— creo que ese pequeño te asustó bastante—señala un gato negro tomando agua de la piscina.

—No estaba asustada... Solo me aleje porque podía ser peligroso.

—Como sea, regresa a tu habitación y llévate a tu mascota, o se la van a cenar los lobos—Tahiel pasa por su lado y el gato se sienta mirando a Vanette.

—No es mi mascota—susurra y se acerca hacia el gato— pero tampoco es comida para lobos—toma al gato entre sus brazos y camina fuera de la piscina.

Tahiel espera en la puerta y camina a su lado.

—puedo regresar a mi habitación sola.

—lose.

—Si es así. ¿Por que me sigues? —lo mira y frunce el seño.

—Porque tengo que estar seguro de que sí te quedaras en tu habitación—la mira obvio.

—No necesito niñero—rueda los ojos.

—Callate Vanette, si no necesitas niñero deja de quejarte, pareces niña caprichosa—se recuesta en el marco de la habitación al llegar.

Vanette solo le da una mala mirada y entra a su habitación.

—Hasta mañana—se despide el sin mucha importancia.

—Aja... Hasta mañana—responde ella a regañadientes dejando el gato en el suelo.

Tahiel, regresa a su habitación por el pasillo.

—Quizá la próxima profesor—dice sin mirar atrás, pero aún sabiendo que Christian estaba al acecho desde hace varios minutos.

Un gruñido de rabia es lo que se escucha antes de que Tahiel entre a su habitación y se recueste en su cama mirando el techo.

En cambio, ella en su habitación, solo esta sentada en la cama con el gato en las piernas, acariciando su lomo.

—Por extraño que parezca, tú me das sueño—dice para el gato, quien aún duerme tranquilo sobre sus piernas.

Ella suspira, mira la hora, aun estaba temprano y quizá podía dormir un par de horas. Se levanta y se acomoda bajo las cobijas, el gato se queda a su lado sin ningún tipo de lucha para poder dormir. Vanette solo acaricia su cabeza mirando como el si puede dormir sin interrupción.

Mira la ventana, no hay estrellas esa noche, todo se torna vacío en el cielo y solo hay luna llena, cierra los ojos y trata de volver a dormir.

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Wenas, wenaaaas.
Hoy amanecimos buenas, sabrosas deliciosas. Ok ya.
Bueno, ea aquí nuevo capítulo... Ando tratando de actualizar seguido pss.
Ya va, vale, hasta la próxima.

Dato:
•Una de las habilidades de Tahiel es tener un oído muy agudo, razón por la que escucho bien cuando vanette estaba en la piscina y no sola, no me refiero al gato eh. Además también escucho cuando Andrea  fue abusada.

Sin más, les dejo a Vanette en multimedia