•Capitulo 25•

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Emma/ Harry

—Keyla... Key, despierta.

Su visto sigue borrosa, todo le da vueltas y su cabeza es todo un lío, trata de mirar a su alrededor pero realmente no logra enfocar nada con su vista. Escucha su nombre y las voces se le hacen realmente conocidas, pero aún no logra ubicar del todo que es lo sucede.

—Key... ¿Me escuchas?

Ella asiente un poco desubicada, la respiración le pesa un poco y el equilibrio ahora mismo, abandona su cuerpo.

—Tienes que descansar...

Ella no dice nada, sus labios no responden a las señales que trata de dar y su vista se nubla varias veces.

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—Pensé que eras más fuerte... —una voz la despierta.

Su cabeza aún se sienta mareada pero su cuerpo responde mejor.

—¿Que?

—Eso. Pensé que podias ser más fuerte...

—No recuerdo nada—toma su cabeza con una mano y mira alrededor, parecía haber regresado a su habitación.

—Bueno Keyla, resulta que... Has llegado tarde con el maestro de Física, otra vez y te ha castigado más fuerte—Leyla se sienta a su lado.

—¿Como sabes eso? —Keyla logra recomponerse y mirar a la chica a su lado. Tenía unos ojos verdes preciosos y un cabello castaño muy particular. Su tez era morena y media lo mismo que ella al parecer.

—Bueno, digamos que logre ver parte de todo lo que sucedió. Soy Leyla, por cierto—extiende su mano.

—Bueno... Ya sabes mi nombre al parecer—Keyla la toma.

—Si, no es nada personal... En lo que concierne, será mejor que no sigas llegando tarde. O quizá la próxima te vaya peor y bueno... Con... —el sonido de alguien tocando la puerta la interrumpe.

Ambas se miran.

—¿Quien es? —Habla Keyla.

—Key, soy yo, Harry.

—Bueno, adelante—dicho esto, Leyla se levanta rápido y se hace en una esquina de la habitación.

—Has despertado—Harry sonrie leve—¿Como te sientes?

—Aún, algo mareada... —asiente leve y lo mira.

—Comprendo. Emma te encontró casi muerta... Le agradezco que no haya sido más tardé—deja salir un suspiro— ¿con quien hablabas?

—¿Eh? —Keyla mira a Leyla— Ah pues con... —Leyla le indica con el índice en los labios, que no diga nada sobre ella.

—¿con...?

—Con... Nadie en realidad, estaba pensando en voz alta—gira la vista a él.

—Bien... Bueno, Violett y yo, iremos a cenar ¿quieres venir?.

Keyla asiente y enseguida aborda un tema distinto de conversación.

Leiden: El internado || EDITANDOWhere stories live. Discover now