•Capitulo 23•

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Andrea/Vanette

—Toma una decisión querida, el tiempo se agota—Ágatha sonríe con los labios cerrados mientras trata de tener paciencia en cuanto a la decisión de Andrea.

—Yo no... Jamás he hecho algo así—susurra sin quitar la vista del arma y del polvo blanco.

—No es tan difícil. Te dejaré elegir tú arma... Pero, te aconsejó que sea el arsénico, es un poco menos ttraumático cuando recuerdes lo que has hecho y creeme, no te conviene rechazar mi trato—levanta una ceja analizando las expresiones de Andrea.

—¿Que sucederá?... Si no hago lo que pide.

—Bueno, pues... —hace una señal para que el guardaespaldas entre y quede  frente a ella— No creo que quieras ver tú corazón en mis manos—hunde su mano en el pecho del guarda y la saca, extrayendo un latente corazón.

Andrea se sobresalta y traga saliva de los nervios y miedo, al ver el corazón latente en la mano de Ágatha.

—con esto en mi poder, puedo hacer lo que quiera y dudo que tú, desees eso.

—No, claro que no...

—Entonces obedece y has lo que te digo, hasta que lo hagas, yo tendré esto—Ágatha saca una caja de madera y mete el corazón allí.

Andrea solo se queda observando, queriendo evitar lo que hace, pero por el miedo, simplemente se queda congelada.

—Muy bien Andrea. Puedes irte.. Claro y no olvides tus armas—da la espalda y mira por la ventana.

Andrea sin decir nada, obedece, aunque no quería hacerlo, obedece como si una fuerza dentro de ella, la obligara a hacerlo, aunque no quisiera y aunque no tuviera la voluntad de hacerlo.

Camina por el pasillo hacia el comedor, sus manos se vuelven sudorosas y los nervios aumentan. Mira la bolsa de tela en sus manos y trata de retroceder, pero le es imposible.

—Andrea—la voz de Tahiel por el pasillo la pone aún más nerviosa.

—Ah... Tahiel—continúa caminando tratando de evitarlo.

Tahiel la sigue son un extraño presentimiento.

—¿Estas bien? —Se atreve a preguntar en cuanto llega a su lado.

—No... Realmente no—siente sus ojos llorosos y lo mira.

—¿Que sucede?

—¿Donde está Vanette? —la pregunta esperaba no tener una respuesta clara.

—Amm... En su habitación—miente al ver es esfuerzo que hace por dejar de caminar.

—Bien... —asiente y continúa caminando tratando de no desviarse de su camino.

Tahiel, logra frenarla con un hechizo basico.

—¿te hechizo no es así?

Andrea asiente.

Tahiel suspira y pasa sus manos por su rostro. Conocía el hechizo, lo conocía bien, varias veces había visto el efecto de este en las personas. Quitaba su corazón y luego de eso, los obligaba a hacer lo que ella quisiera... Lo hacia en distintas ocasiones con Erick, con Ana... Con...

—¿Puedes ayudarme?—eso sonaba más como un ruego que como una pregunta solamente.

—Es complicado... —susurra y los recuerdos invaden su mente— No te preocupes, se como ayudarte, pero no es para siempre, es solo temporal, en lo que buscamos como ayudarte.

—Lo que sea... Pero no quiero hacer lo que me dice.

Tahiel asiente y hace una seña para llevarla con él, sabía que en el lago podrían ayudarlo. Así como habían hecho hace tanto con Isabella, su pequeña hermana.

Leiden: El internado || EDITANDOWhere stories live. Discover now