¢Capitulo 28¢

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...1966...

—¿Han intentado escapar no es así?

Las dos niñas niegan frenéticamente sin ser capaces de hablar.

—Oh... No. Ambas están mintiendo.

—No, no es así.

—Si, así es... —La sonrisa de Ágatha no cesa. Suelta un suspiro y entonces se acerca a las dos niñas.

Ambas miran a la mujer frente a ellas, ambas sabían que habían cometido un grave error.

—¡No fue nuestra intención! —suelta una de las pequeñas.

Aitana mira a Ana, ambas están asustadas, sabían lo que probablemente podía pasar.

—Basta, basta. Excusas y más excusas, nada de esto llegará a ningún lado. Será mejor que acepten la verdad—Ágatha se cruza de brazos, su paciencia era muy poca.

—Bien... —Ana es quien toma la iniciativa— Si, nosotros... Nosotros intentamos escapar—Siente el apretón de Aitana en su mano.

—Mi paciencia empezaba a agotarse... —una sonrisa algo sarcástica se forma en su rostro— ¿Como lo han intentado?

—Cruzando el bosque, hasta alcanzar la barrera... —su labio tiembla y su voz amenaza con quebrarse.

Un silencio un poco profundo, luego la mirada acusadora de Ágatha sobre las dos niñas.

—¿Saben lo que sucede si desobedecen?... —susurra con un poco de arrogancia en su voz.

Ninguna responde, normalmente todos los que viven en el internado saben que sucede y un intento de escape, esta dentro de las faltas más graves de todas, sin mencionar que va después de la de intentar agreder a Ágatha o algún superior.

Ágatha se gira para verlas y camina con paso lento hacia ellas, la puerta se cierra con seguro, no, ella la cierra con seguro. Estaba molesta y por su caminar fuerte y retumbante se hacia notar su disgusto.

Aprieta su mano y sus ojos toman ese color negro con rojo que tanto asusta a todos, las matara y ambas lo saben.

—¡Fue solo mi idea! —Aitana grita con lágrimas en los ojos y Ana queda totalmente en shock— ¡Ana solo quería evitarlo! ¡Ana no ha hecho nada! —mira por un momento atras, la mirada de Ana esta vacía, no puede reaccionar, no sabe cómo.

—Oh vaya... —Ágatha mira a Ana que no dice nada, no hace expresión alguna y parece congelada— Si eso es así... No rompere las reglas.

Ágatha toma solo a Aitana del cuello y la tira al suelo con fuerza, mientras ella se queja y su respiración se corta. Ana solo mira todo, confundida y sin reacción alguna. La norma era sencilla, solo los rebeldes merecen un castigo... En este caso Aitana, si Ana queria detenerla entonces cumple con la fidelidad de Ágatha.

Aitana llora, entre quejidos y respiraciones cortadas, con los golpes de Ágatha. Un rato después, su mano atraviesa el pecho de la niña y saca su corazón palpitante. Ana y Aitana observan todo, Ágatha aprieta el corazón en su mano hasta hacerlo polvo y escuchar el último lamento de Aitana antes morir.

Se acerca a Ana y la toma fuerte de la muñeca, ella siente el ardor.

—Ten cuidado Ana. No cometas errores como el de tu amiga—la suelta y la deja ir.

Ana sale corriendo, no había hecho nada para salvar a Aitana, no había dicho la verdad. Era una estúpida inservible que había dejado que ese monstruo asesinara a su única amiga.

Leiden: El internado || EDITANDOWhere stories live. Discover now