Capítulo 1

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Haz de tus enemigos tus mayores aliados.

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7 años después.

Ignoro la molesta voz de la mujer y continúo haciendo el trabajo. Entierro la aguja en el extremo de la tela cruzándola hacia el otro y al tirar del hilo, el trabajo da frutos. Alejo el vestido para echarle un vistazo completo, hay unos cuantos trozos de tela mal combinados y la costura quedó en peor estado de lo planeado, de hecho la tela roja parece estar un poco destruida.

¿Cómo puedo ser un desastre en todo?

A mi lado, Zara lo hace con facilidad, mueve la aguja de un lugar a otro dejando cierres perfectamente adheridos y aún con ese aspecto elegante que la caracteriza. La observo acomodar su cabello rizado mientras ella me observa de reojo e incluso logra que mi ceño se frunza aún más cuando suelta una pequeña carcajada.

—¿Qué es lo gracioso?

—La señora te asesinará —murmura—. No es un vestido cualquiera, Colette.

—Te juro que me estoy esforzando, pero es que simplemente no me va —suspiro—. Lo he hecho tal como has dicho: Borde con borde, arriba, abajo, izquierda, derecha, punta con punta y con... ¡Ah, que se joda el maldito evento!

Levanto el extravagante vestido y Zara suelta una carcajada que inmediatamente cubre con sus manos, causando que las demás mujeres nos observen con molestia.

—Yo lo arreglaré —dice después de unos segundos—. Sólo... intenta mantenerte alejada de las telas, ayúdame pasándome lo que necesito.

—Bien.

—¿Cuál es la palabra mágica?

No puedo evitar rodar los ojos. Odio las palabras mágicas.

—Gracias —susurro de mala gana.

—Un gusto —dice, feliz de la vida.

Le doy una rápida ojeada a la encargada, que está sentada en su trono con los pies sobre la mesa, leyendo con una pequeña sonrisa una revista. No puedo evitar hacer una mueca. Para mejorar el día sólo faltaría que venga la encargada de voz chillona a regañarnos porque no trabajamos, cuando aquí la que no trabaja es ella, siempre la veo ahí sentada hora tras hora leyendo las revistas faranduleras del centro de Gray Village. "PlayGray" y "Andrew's Rolling Stones" son las principales.

También dedica su mañana completa a parlotear sobre la sección especial de uno de los diarios, titulado: "Keeping down with the Gray's". Según ellos, así seremos cercanos a la vida que lleva la realeza.

¿A quién demonios le importa que el príncipe haya rechazado su acuerdo matrimonial? No es como si ninguna de nosotras se fuera a casar con él, pero eso no es impedimento para que la mujer frente a nosotras suspire cada vez que ve el rostro del príncipe. Todas las mujeres del bloque Oeste suspiran por el príncipe Andrew Gray, único heredero al trono del centro de Gray Village. ¿Qué esperan? ¿Cumplir el cliché de plebeya y realeza?

—Muérdete la lengua, Col.

—¿Eh?

—Tienes la nariz fruncida —dice mi amiga, que ni siquiera me está observando—, eso significa que estás insultando a alguien en tu mente.

—Bah, este trabajo me pone de mal humor.

Zara sonríe con amplitud dirigiendo una rápida mirada a la inspectora, sus ojos cafés se fijan en la revista y en el titular, así como su sonrisa apareció, desaparece. Suspiro, aburrida.

En medio del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora