Capítulo 20

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ZARA

Colette regresa a la choza, horas después que Emerick, él no pronunció palabra, pero regresó preocupado. Creo que se relaja al verla entrar, pero ella entra cabizbaja, sin mediar palabra alguna con nosotros. Quiero acercarme a ella y tomar su mano, pero no sé si todo está bien entre nosotras. Aún así, me afecta verla así.

Aarón es el primero en reaccionar, que dejando todo su orgullo a un lado, corre a abrazar a su hermana.

—Creímos que había sucedido algo.

—Asier White está de regreso en el bloque.

No puedo evitar dar un brinco, Colette lo odia, él siempre la molestó. Aunque, siempre creí que dentro de su odio, se ocultaba otro sentimiento, jamás he querido mencionarlo.

—Los que atacaron fueron los de la familia Lavender, fueron condenados por las familias de Los Seis —murmura, dejando caer su peso en una silla—. Los Seis, las familias sobrevivientes que en el pasado tenían un reclamo a la corona... Incluso ellos tienen traidores.

—¿Crees que en realidad lo son? —consulto.

—Lo hicieron con jueces, testigos, no lo sé. Catriel parecía bastante seguro.

—Si Catriel está seguro, entonces así es —dice Aarón—. ¿Eso es lo que te preocupa?

—No, tuve una conversación con él y... —Suelta un suspiro largo, como si el secreto le pesara— No quiero preocuparlos, no importa.

—¿Segura?

—Nada importante, sólo otro regaño —Suelta una risa sin gracia, que no convence a ninguno de nosotros—. Todo está bien.

—Colette, sabes que puedes confiarnos lo que sea —murmuro—, somos una familia.

Ella levanta la mirada y me sonríe, como una niña pequeña que se siente a salvo al fin, después de una larga travesía rodeada de monstruos.

—No se preocupen por mí, todo está bien. Estoy cansada, mantener bajo control mis impulsos me está matando.

—Deberías descansar —dice Emerick—. Mañana regresamos a casa, está todo fuera de peligro.

—¿Alguna novedad?

—Varias novedades, Colette. El bloque sigue intervenido, lo estará por todo el mes. Además, llegó una noticia desde el centro... Pero debe ser una mentira.

—¿Qué noticia? —Pensar que puede ser Andrew hace que mi corazón duela, como si estuviesen apuñalándolo una y mil veces—. ¿Qué sucedió?

—Un guardia... Un guardia que es hijo de un hombre de nuestro bloque... se infiltró para ver a uno de sus amigos, uno de los detenidos. Lo iban a desollar.

—Debe ser una mentira —murmuro yo—. Sin pruebas de su participación, no lo harían.

—Aún así han seguido asesinando a personas a plena luz del día, hermana. ¿Qué los detiene de esto? ¿Cuál es la diferencia? Una muerte es una muerte, no causará distintas reacciones.

Me detengo en seco, mi estómago tira en todas direcciones, la comida amenaza con salir por mi boca.

—¿Un joven desollado? ¿Lo colgarán en el bloque? —dice Aarón—. ¿Se sabe de quién es hijo?

—Campesinos de los pies de la montaña, los que conviven con las tribus.

—Esperemos que no sean tan estúpidos como para hacerlo —murmura Colette, acostándose junto al fuego—. ¿El niño era del bloque?

En medio del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora