Capítulo 22

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VICTORIA

La estadía en casa de Nadjela ha resultado impredecible, ella lo es. Un día me recuerda, en otros me ignora por completo. Mi abuela lo deja pasar, pero se ha mostrado inquieta con las actitudes de su hermana. Aún así, he comenzado a controlar mi mente, lo suficiente como para tener más conversaciones con mis antepasadas. Todas y cada una de ellas me sostienen, confían en que seré una buena líder y me alientan a continuar en este camino de descubrimiento.

La noche anterior, volví a soñar con esa mujer. Me contó una historia de una pareja de enamorados que fue separada, era una historia triste y no entiendo qué mensaje pensó en darme mostrándome aquello. Lo primero que hice al levantarme, fue ver por la ventana, pero no vi a ningún hombre esperando a quemar mi habitación.

Cuando salgo del salón hacia la pequeña oficina, Nadjela ya se encuentra allí, sosteniendo la mano de mi abuela. Es una imagen reconfortante, ambas son preciosas.

—Siéntate —murmura Nadjela—, la lección de hoy será un poco más... intensa.

—Controlas tu mente, puedes conectarte con almas que no habitan el espacio terrenal —celebra mamá Purple—. Ahora, debes conectarte con las que vagan en este espacio.

¿Eso es posible? Oculto mi nerviosismo, solo me quedo sentada frente a ellas mientras Nadjela me entrega una pequeña ave.

—Quiero que te conectes con este animal, no es tan diferente a la conexión con almas sin cuerpo físico. —Suspira— Aunque la conexión puede ser más intensa, es probable que tú y el animal compartan lo que ven y sienten por unos momentos.

Asiento varias veces y prosigo a cerrar mis ojos. La pequeña ave se queda tranquila en mis manos, para mi sorpresa. Intento concentrarme en nuestro contacto, en cómo su pequeño cuerpo tiembla y la vibración que emite. Veo un escenario negro y así me mantengo por varios minutos, hasta que me piden no continuar.

—¿Pudiste visualizar algo?

Niego con la cabeza.

—Está bien, no es sencillo —alienta mi abuela.

—No lo es si ella no se abre a ser perceptiva, debe serlo. Los seres humanos somos naturaleza, nuestra conexión principal es la tierra y el aire. —Nadjela relame sus labios, bajando la mirada— El fuego es el elemento que aprendimos a domar y el agua es el elemento que jamás dominaremos. ¿Pero la tierra? Es nuestro elemento madre, el centro de nuestro equilibrio.

—Aún así, todos coexisten y son dependientes del otro —agrega mamá Purple—. No pienses en ese animal como algo externo a ti, es parte de la naturaleza en la que vives.

Tomo sus palabras y las analizo, en el fondo tienen razón. Cuando era pequeña solía detenerme a admirar cada parte de la naturaleza, pero a medida que fui creciendo, fui perdiendo mi conexión con ella. Me dejó de interesar el movimiento de las hojas de los árboles y comencé a prestarle más atención a los problemas creados por el ser humano.

Sujeto al ave con un poco más de delicadeza y vuelvo a cerrar los ojos. La visión oscura me recibe otra vez, pero poco a poco comienzo a sentir los latidos del ave, su pequeño corazón acelerado amenazando con salir de su frágil cuerpo. El sonido de los latidos resuenan por toda mi cabeza, como si habitara en algún salón vacío, con la acústica rebotando pared por pared. Luego, escucho el aleteo de más aves, cada una picoteando en algún pedazo de tierra que tenga lombrices. Sin embargo, no soy capaz de visualizar nada.

—Sólo puedo oír, no veo nada.

Ambas se mantienen en silencio, por lo que sigo esforzándome por poder materializar una imagen en mi cabeza, pero nada aparece. Sólo las aves y ruidos de pisadas humanas. Suelto un pequeño quejido y abro los ojos otra vez.

En medio del abismoWhere stories live. Discover now