Especial (corto): Otro año más

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HyeRi le dio otro sorbo al té caliente, y depositó finalmente la taza sobre la redonda mesa. Volteó la página de la revista de chimentos de los famosos del país mientras soltaba un bostezo.

Escuchó el sonido de unos pasos desde la habitación y miró el reloj. Diablos, ya era hora. SeokJin se paró en el marco de la puerta del cuarto y la contempló, con tristeza. Sabía que era difícil para ella, aunque quisiera ocultarlo fingiendo ser fuerte, sabía que por dentro se sentía débil. La conocía demasiado

"Yoon HyeRi." la llamó, ella no se giró a verlo, tomó de su té esperando a que él prosiguiera. De todas formas, ya sabía sobre lo que él hablaría. Era totalmente predecible en un día como ese. "¿No estás lista? Sabes lo importante que es. Por lo menos, hazlo por mí."

La muchacha suspiró y apretando los dientes, se animó a mirarlo a los ojos. Su novio era un completo cabezota, le había dicho miles de veces que ésto no era necesario pero él insistía. "¿Por qué diantres pones tanto empeño en ir? Voy todos los años, al fin y al cabo. Si decido ir o no es mi problema, mi responsabilidad. A ti no te influye, tú no tienes ninguna obligación."

Jin enarcó una ceja y negó con la cabeza con los brazos cruzados aún apoyado sobre la pared. Creía haber escuchado ese cuentito toda la semana pasada y debía admitir que estaba cansado de que repitiera como un loro siempre lo mismo. A la próxima lo diría al mismo tiempo que ella. "Como tu novio, tu futuro esposo en un tiempo y luego el futuro padre de nuestros hijos, tengo la obligación de conocer a mis suegros. Y no está completo si no conozco a tu madre."

HyeRi rodó los ojos, intentando ocultar el leve rubor en sus mejillas ante la idea de una familia con SeokJin. Vaya, la tenía loca. Se levantó de la silla y caminó hacia él con una mirada reprendedora, mordiéndose el labio inferior. "Eres un pesado." soltó, el chico rió y al instante ella sonrió.             

"Pero así me quieres, ¿no?" replicó, colocando sus manos al rededor de la cintura de su novia con aire coqueto y divertido a la vez. Le encantaba ganarle en las pequeñas 'discusiones' que a veces se daban a lugar, terminando por convencerla.

"No tienes idea de cuánto, idiota." contestó Hyeri, acercándose peligrosamente a Jin. Cogió su rostro entre sus manos y depositó un lindo y corto beso en sus labios. El muchacho sonrió al segundo y reforzó el agarre.

"Eres hermosa, tonta." Unió sus labios esta vez en un beso suave y lento, más apasionado, ella aprovechó para despeinarle el cabello y después dejar caer sus brazos rodeando el cuello de su precioso novio. "Te amo." confesó Hye. "Y yo a ti." confesó Jin.

                                   

                                  

Eunhye Lee. Hermana, amiga, esposa y madre amada y respetada. Así era como la reconocían, y HyeRi sabía bien sobre lo gran persona que había sido. Recordaba lo mucho que le gustaba pasar tiempo junto a su madre, y como ya se sabe, especialmente en el café, a pesar de que en un principio lo detestaba.

Como acostumbraba, le agradeció por haberla hecho conocer a Yixing y Seyoung, que aunque tuvieron un momento de distancia, seguían siendo sus amigos. Fueron los primeros, de hecho, y eso siempre lo tendría presente. Le contó sobre cómo estaban las cosas, qué estaba pasando, los estudios, amistades, su padre, su novio, la música, todo frente a su tumba.

SeokJin acarició los hombros de la pelinegra, y dejó un beso en uno de ellos, para luego sostener su muñeca con su mano, al rededor del cuello de la chica. "Gracias por haberme dado a esta bella mujer. Le prometo que la cuidaré, ya sabe el privilegio que es conocerla, poder escuchar su risa y formar sonrisas en su adorable rostro." sonrió al decir eso, mientras ella se sonrojaba. "Espero que pueda aceptarnos."

Ellos nunca se enteraron, pero en ese preciso momento, una hoja se desprendió del árbol más cercano que ellos tenían. Quizás esa fue su señal.

"Gracias por haber hecho esto. No era necesario. Podría haberle pedido a mi padre, aunque en realidad no me gusta verlo llorar y-y bueno, pero de verdad, no tenías que hacerlo. Yo te podía asegurar que mi madre estaría más que encantada contigo."

Jin rodó los ojos y se posicionó a su lado. "Y sigues con eso." bufó, y acto seguido, tomó su mano, mirándola directo a los ojos. "Estamos en esto juntos. Yo siempre te apoyaré, en las buenas y en las malas, siempre estaré contigo. Para siempre, ¿ya te quedó claro?"

HyeRi no pudo evitar derramar un par de lágrimas debido a aquellas palabras y la tristeza que ya tenía instalada por ser otro año más desde el fallecimiento de su madre. Su novio limpió sus mejillas con sus pulgares y la agarró delicadamente de la cabeza, para que ella fundiera su cara en su pecho. La muchacha se aferró a su saco negro y se permitió el llorar, aunque en realidad, también estaba sonriendo.

"Por cierto, ya que estamos en todo este tema. ¿Recuerdas el cuaderno de tu madre?" asintió. "¿Alguna vez viste esa nota que dice algo como '¿Me notarás?' o no sé qué?"

Ella de repente se separó de él y lo miró haciéndose la ofendida y sorprendida a la vez. Impactada. "¡¿FUISTE TÚ?!"

Jin sonrió inocentemente, se rascó la nuca nervioso y finalmente le dio la razón. Ella no hizo más que reír, y volver a abrazarlo. "Eres un bobo."

Ojos sigilosos ➳ Jin (bts)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora