Cap 3: Salvada

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Era el lunes de la otra semana, seis días habían pasado desde que las sospechas se generaron en Hyeri. ¿Qué clase de sospechas? Era sencillo, el día que estuvo en la biblioteca intentando hacer el ensayo sobre "Sesenta deseos de Cristal", Hyeri sintió la mirada clavada en su nuca, como de costumbre. Y cuando volteó, había alguien, la única persona detrás de ella, efectivamente, Kim Seokjin.

Se había estado girando más seguido, podía sentir la presencia de su acosador más cerca, y cuando Jin estaba a su vista, la sensación de ser observada no estaba presente. ¿Coincidencia, no?

"Tranquilo, hay galletas de banana" le dijo por teléfono Hyeri a su padre. "Papá, cálmate, no tendré hambre. ¡Tranquilícese! Podré esperar hasta las once. Papá..." Hyeri rodó los ojos. "Siempre me despierto temprano para el colegio". Hyeri despegó el teléfono fijo de su oreja y suspiró, esperando a que su padre dejara de gritar al otro lado de la línea. "Sí, sí pa... Adiós, que tu buen día de trabajo siga prosperando". Hyeri colgó el teléfono, y lo dejo en un estante, al costado de la carta dorada que había encontrado cuando salía del colectivo. Aquel día se dedicó a buscar al dueño, pero no lo encontró y se la quedó, aunque no había revisado su interior porque sería ser irrespetuosa, ya que eso no le pertenecía.

Hyeri se sentó sobre el sillón de su casa, frente a la televisión, y cogió el pote con uvas que yacía sobre la mesa a su lado.

En las noticias pasaban información sobre un pervertido que pasaba por distintas zonas, la última vez fue cerca de su casa. Se dice que marca a las personas de alguna forma, que hasta ahora es desconocida y se investigará más al respecto.

La muchacha bostezó, las noticias la aburrían y tampoco había algo mínimamente interesante para ver. Se levantó tras dos minutos de haber tenido su trasero sobre el sillón, y fue hacia la mesa donde había dejado el teléfono, pero miró su móvil.

"¡Assa! La batería ya está al máximo" cantó victoria felizmente mientras desconectaba el cargador de su celular. Miró la hora, 05:47 p.m.

Hyeri sonrió nuevamente, ya que era la hora perfecta para ir a recoger a sus amigos al trabajo, el cual finalizaba a las seis de la tarde los días lunes y quedaba sólo a una cuadra de su casa.

Corrió escaleras arriba ansiosamente, cogió un jean, una remera blanca, una camisa de jean que hacía juego con su pantalón y botas negras. Se cambió velozmente, y tras tomar su celular y las llaves, abrió la puerta de su casa.

La cerró cuidadosamente, observó a ambos lados, y como no había alguien que pareciera de malas pintas, como un ladrón, sino simplemente gente que conocía del vecindario, se animó a avanzar a paso rápido hasta "Daum Café".

De nuevo estaba sintiendo aquella sensación, unos ojos clavados en su nuca... Se decidió por darse la vuelta, pero sólo estaba una señora del vecindario que vestía tapados de pieles costosos, paseando a su chihuahua en sus brazos.

Hyeri hizo una mínima reverencia cuando sus ojos se conectaron, y se giró sobre sus talones con el ceño fruncido. ¿Por qué se escondía? De todos modos, Hyeri ya tenía un 99% en claro que su acosador era Seukjin.

"¡Oh! ¡Llegaste!" exclamó Seyoung tan pronto como Hyeri cruzó la puerta del local. "Bueno, termino de refregar y nos podemos ir" habló sin despegar la vista de una de las mesas para los clientes, y limpiando con un trapo.

"Oh, Hyeri, hola" la saludó Yixing, cuando salió de una puerta que Hyeri no conocía, pero suponía que era de reservas. El muchacho se dedicó a desatar su delantal y lo depositó sobre una percha.

Seguido, Seyoung hizo lo mismo, y se acercó a Hyeri para darle un abrazo. "Ya nos podemos ir, ¿quieres pasar primero por el parque?"

La muchacha estaba a punto de asentir, cuando aquella sensación de ser observada la volvió a molestar, tenía miedo. Agachó su cabeza como si le doliera el cuello, y con la mano derecha sobre su nuca soltó un "Ah" a modo de quejido.

Ojos sigilosos ➳ Jin (bts)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora