Cap 20: Comienzo

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20. Comienzo

        Tras haber estado media hora despierta aún tirada en su cama, navegando por la internet mediante su celular, Hyeri creyó que ya era suficiente. Aún así, se levantó vagamente soltado un bostezo, y bajó las escaleras con desgano hacia el comedor.

Era quizás, ¿la tercera semana de vacaciones? Probablemente. De todos modos, ella ya había perdido la cuenta. A pesar de que algunos días salía con sus amigos, otros permanecía en casa, concentrada en escuchar música, leer y ver dramas. 

Sin embargo, ese día era diferente. Había quedado con SeokJin, los dos solos; al recordarlo sus mejillas se pintaron de un rosado que la hacía lucir adorable. 

"¡Papá! ¿Hoy no vas a trabajar?" le preguntó acercándose a él, quien se encontraba sentado en frente de la mesa, con una taza de café terminada a su lado, y su vista fijada en su laptop.  

"Uh, despertaste." Su padre apagó el aparato, lo cerró y se paró para darle un abrazo y un beso de Buenos Días en la frente a su hija. "Sí, ahora me iba" sonrió y la despeinó un poco más de lo que ya estaba. 

"Tengo que desenredar esta cosa" dijo Hyeri tomándose un mechón de cabello, a lo que su padre asintió. Dejó los trastos para lavar y se despidió de la chica. 

Hyeri tenía muy en claro que debía prepararse muy bonita exclusivamente en ese día, por lo que retrasó su desayuno y fue directo al baño para tomar una refrescante ducha y de paso cepillarse los dientes. Minutos después, se alimentó y subió a su cuarto para peinarse y elegir la ropa.

 Optó por un short tiro alto color rosa y una remera azul que escribía "Abercrombie" cerca de su pecho. Por último, unas zapatillas de jean batic como calzado. Ató su cabello ya lacio por completo y sin bultos, en una coleta, con ayuda de un moño. Se delineó los ojos y adornó sus labios con un toque de brillo. 

HyeRi le sonrió al espejo, se sentía bien; tal vez no era la más bonita, tal vez su personalidad no era la mejor, tal vez le faltaba confianza en ella misma, pero estaba feliz. Feliz porque había gente allí afuera que la aceptaba tal cual era, la entendía y la ayudaba. ¿Qué más podía pedir?

        Jin se encontraba nervioso, más nervioso que nunca, su corazón latía como un loco mientras miles de distintos pensamientos le azotaban la mente. No estaba seguro de lo que haría siquiera, sólo sabía que si no era ese día no sería nunca, tenía que ser fuerte, tenía que estar confiado. 

La luz de la tarde lo alumbraba, mientras caminaba por las calles de la ciudad. Su destino era el centro, la tienda de móviles precisamente. "Quizás hubiera sido mejor si la hubiese ido a buscar" pensó aprentando la mandíbula. 

        HyeRi estaba apretada entre la gente en el autobús y eso la estaba empezando a molestar, pero tenía que controlarse, vivía como una ciudadana más al fin y al cabo, y debía conformarse. En una frenada, el conductor no midió las circunstancias e hizo que algunos pasajeros se estrellaran contra otros. "Lo-lo siento." se disculpó la chica, haciendo una reverencia como pudo ante el afectado. 

"No te preocupes, no me ha pasado nada." Aquella voz sonó grave  pero juvenil, por lo que Hyeri se deshizo de los pelos que le cubrían la vista y observó al muchacho. Era muy alto, cabello negro con un flequillo hacia el costado y grandes orejas, además, le regalaba una amigable y enorme sonrisa en la que se podían ver muchos dientes. 

La joven asintió, y volvió a mirar por la ventana, sosteniéndose del asiento de un pasajero. En un rato de tiempo más, por fin llegó a su parada. "¡Pe-permiso, tengo que bajar!" exclamó. El chico de antes la ayudó pidiéndole a las personas que se corrieran, Hyeri sólo alcanzó a gritar un "Gracias" al bajar rápidamente del transporte.

Ojos sigilosos ➳ Jin (bts)Where stories live. Discover now