06 Soltarte

78 11 1
                                    

Siempre había pensado que no tenía sentido que las personas corrieran de la mano. Es incómodo, poco práctico y hasta podría argumentar que es poco eficiente.

Aún así, correr con Hobi de la mano me tenía sonriendo y riendo a carcajadas como una loca. No, como una niña. 

¡No! Cómo una persona que por primera vez en mucho tiempo se reía sin preocupación alguna, disfrutando auténticamente de la ridícula magia de ese momento, del agua calándose hasta nuestros huesos, el viento haciendo estragos en nuestros cabellos, y de cómo el frío del ambiente me resultaba imperceptible, ya que el calor que emanaba de su presencia y se reafirmaba en el hecho de nuestras manos entrelazadas me abrazaba hasta el alma.

Tras subir los tres escalones de piedra, llegamos hasta mi porche, agitados y con las mejillas enrojecidas, producto del esfuerzo, del frío y sobre todo de nuestra risa que parecía no tener fin.

- No entiendo como Julie no se despertó con todo este escándalo- Dije tratando de tranquilizar mi respiración.

- Realmente debe estar muy cansada- Contestó él, mirándola tiernamente.

Me dispuse a buscar las llaves para que pudiéramos entrar a mi casa, tarea que me resultaba difícil con una sola mano, pero cuando me dispuse a soltar la suya sentí como su agarre se volvía más firme para luego entrelazar nuestros dedos.

No me atreví a mirarlo, pero sonreí ante esa acción. Tomarse de las manos así siempre me había resultado sumamente íntimo y cariñoso, y no podía entender cómo me sentía tan a gusto siendo que él es alguien a quien acabo de conocer, si es que este rato puede siquiera catalogarse como conocer a alguien.

Finalmente logré abrir la puerta y entramos. Prendí la luz del recibidor, y nos dispusimos a sacarnos los abrigos y los zapatos y ubicarlos en el zapatero de la entrada, justo debajo del espejo. Nuestros ojos se encontraron en el reflejo que este nos devolvía y no pude evitar sonreír al notar la enorme sonrisa con la que él me miraba.

- Puedes usar estas pantuflas...- Comencé a decirle mientras le arrimaba con la punta de mi pie un par de pantuflas rosas muy esponjosas, con orejas de gatito y bigotitos bordados en blanco, pero frené mis palabras al notar lo extremadamente femeninas que eran.- Mmm... o puedo traerte otras, arriba...- Continué pero me interrumpió rápidamente.

- Estas están perfectas, se ven muy cómodas y son muy bonitas, gracias- Dijo y procedió a ponérselas.- Pero ¿Y tú qué te pondrás? -

- Arriba tengo unas iguales pero en blanco, aunque normalmente prefiero estar descalza- Contesté y tiré de su mano para que me acompañara mientras comenzábamos a adentrarnos en la casa.

Si bien la planta baja es de concepto abierto, lo primero con los que te encuentras es mi amada cocina, con encimeras de neolith blanco marfil, toques de madera aquí y allá, heladera Smeg rosa pastel, isla central y  cómodas banquetas donde usualmente desayuno y donde se sientan mis amigos cuando vienen de visitas.

La cocina es el corazón de mi casa, pues amo cocinar, y sobre todo cocinar para aquellos a quienes amo.

A continuación, al fondo de la cocina, mi pequeño jardín de invierno que es más como un santuario para mí y la zona de siestas favorita de la Bebesa ya que en las tardes es puro sol, todo vidriado, donde habitan la mayoría de mis plantas, algunas de mis bolsas de proyectos, un cómodo sillón de dos cuerpos, una mecedora, y una gloriosa alfombra (si puedo permitirme decir eso), color marfil con detalles azules que me había hecho yo misma.

No solo me apasiona la cocina, sino también las manualidades. Me considero una consumada DIYer, y mi casa está repleta de detalles y decoraciones hechas por mi misma.

✨️DAYDREAMER✨️ [ JHS +18 ]🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora