✨️DAYDREAMER✨️ [ JHS +18 ]🔞

25 💦No lo necesito

- Mmmhh, Hobi - Gemí sintiendo sus labios deslizarse sensualmente por mi cuello.

Cuando su despertador sonó esa mañana y lo escuché gruñir amargamente ante la idea que ya fuera hora de levantarse de la comodidad de mi cama, tuve la intención de levantarme para hacerle un rico desayuno y acompañarlo esa mañana aunque para mi fuera un día libre.

Tuve la intención. Lo juro.

Cuando atiné a salir de la cama afirmó su abrazo en mi cintura y me atrajo contra su cuerpo. Comenzó a frotar su nariz en mi cuello y a besarlo. Sus labios, en principio suaves y delicados en su quehacer, fueron volviéndose codiciosos. Los besos se volvieron sensuales y húmedos, haciéndome soltar el primer gemido del día.

- E-es hora de levantarnos - intenté decir.

- No. Quiero hacerte el amor - respondió Hobi y una de sus manos comenzó a subir por mi abdomen en tortuoso camino hacia mi pecho.

- M-más tarde, amor - Gemí.

- Me dices amor y todo lo que quiero es llenarte de placer - susurró en mi oído, haciéndome temblar.

- Mmmhhh, vamos, amor. No lo necesito ahora, tienes que trabajar - Balbuceé incoherentemente.

- Cómo digas, amor - Sonrió maquiavélico y mordió mi hombro juguetonamente. Vaya que no tenía idea de lo que había provocado con eso.

Se levantó de la cama sospechosamente rápido, se desperezó y guiñándome un ojo se dirigió al baño de mi habitación.

Oí cómo abría el agua de la ducha y soltando un suspiro de alivio me decidí a bajar a darle su desayuno a la Bebesa.

Era extraño que me hubiera dejado ir tan fácil.

Cuando me puse de pie mis piernas temblaron ligeramente, haciéndome reír. Sigo admirada de los efectos que tiene este hombre en mi cuerpo.

La mañana estaba bastante fresca, así que decidí prender el hogar mientras atendía a mi gata.

Poco después volví a subir y me dirigí a mi baño para lavarme los dientes en lo que Hobi terminaba de ducharse. Eso también se había convertido en parte de nuestra rutina para los días que no compartíamos la calidez del agua. Salió con su toallón envuelto en la cintura cuando yo estaba terminando con mi higiene bucal.

- Buen día - Dijo mirándome a través del espejo con una sonrisa traviesa. Caminó elegantemente hasta quedar detrás mío y apoyó sus manos en la mesada, aprisionándome contra esta. Su incipiente erección pegada a mi trasero.

- Hola amor, buenos días - Le sonreí con la mayor inocencia posible, intentando evitar que una sonrisa pícara se apoderara de mi cara. Verlo con el torso desnudo y el pelo desordenado y goteando me provocaba. Mucho.

- Así que tienes ganas de jugar - Afirmó divertido, leyéndome con facilidad.

- No sé a qué te refieres - Le seguí el juego con coquetería y la peor fingida inocencia, sin apartar mis ojos de los suyos, clavados en el espejo.

- Claro que no - Se burló en mi oído, para luego atacar mi cuello sin piedad.

Sus manos deshicieron hábilmente el nudo de mi bata y en un segundo esta había caído a nuestros pies. Estiré mi cuello para hacerle más lugar al ataque de su lasciva boca. Levantó sus ojos de mi piel y al buscar los míos en el espejo los encontró entrecerrados.

- Ojos bien abiertos, bonita - Ordenó mientras recorría con sus besos mi hombro - Quiero que veas todo lo que te hago -

Gemí e hice mi mayor esfuerzo por mantener los ojos abiertos y enfocados en su quehacer.