✨️DAYDREAMER✨️ [ JHS +18 ]🔞

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Poco a poco fui descendiendo por su cuerpo dejando besos húmedos desde sus labios hasta su abdomen. Mordí suavemente la piel sobre la cintura de su bóxer, mientras mis dedos trazaron el contorno de su erección.

- Creo que ya es hora de deshacernos de estos - Dije, enganchando mis pulgares en las presillas de su pantalón.

- Sí, ya quítamelos - Dijo elevando sus caderas.

Bajé sus pantalones rápidamente, y una vez que se los había sacado, comencé a subir besando sus muslos con delicadeza, escuchando como su respiración se aceleraba.

Besé a ambos lados de su durísimo pene, cuidando apenas rozarlo, casi como si no fuera a propósito.

- Eres cruel - Me dijo entrecortadamente, y sonreí ladina.

- ¿Yo? - Pregunté, fingiendo inocencia.

-T... ¡Ah! - Gimió cuando planté un besó húmedo en la cabeza de su miembro, a través de la fina tela de su ropa interior.

Repetí mi accionar algunas veces más, hasta que finalmente me decidí a sacarlo de su miseria. Me encanta tentarlo. Me hace sentir increíblemente poderosa escucharlo gemir y ver la necesidad creciente en sus ojos.

En un rápido movimiento le saqué el bóxer, y sin dudarlo un segundo puse su miembro en mi boca.

Comencé succionando suavemente la punta. Solo la punta, mezclando la humedad de mi boca con sus jugos, haciendo presión con mi lengua sobre su parte más sensible.

Lo oí respirar con dificultad, y subí mi mirada, encontrándome con sus ojos que me miraban fijamente, llenos de lujuria. Sonreí.

Tomé su miembro con mi mano derecha y comencé a subir y bajarla, girando levemente mi muñeca al llegar a la punta, presionando con más fuerza.

Sus venas eran ligeramente notorias, haciendo que su grueso miembro me resultara aún más tentador.

Sin romper el contacto visual, me relamí, y tras bajar mi mano hasta la base de su pene, recorrí todo su largo con mi lengua. Primero lento, para luego ganar un poco de velocidad,  ejerciendo más presión, hasta que finalmente abrí mi boca y comencé a succionar.

Comencé por la punta, para dejar que con cada nuevo movimiento de mi cabeza entrara más y más en mi boca.
Los movimientos eran acompañados por mi mano, y cada vez ganaban más velocidad.

Hobi gemía cada vez más fuerte, y comenzó a mover su cadera, empujando su miembro más y más hacia mi garganta.

Se incorporó agitado, haciendo que me detuviera.

- Si sigues así voy a acabar muy pronto en tu boca, y no quiero - Dijo, y lo mire confundida - Quiero correrme dentro tuyo - Aclaró, haciéndome sonreír.

Me dirigí hacia la mesita de luz y tomé de ella un preservativo. Moviendo el pequeño paquetito cuadrado frente a él, le pregunté - ¿Hago los honores? -

- Por supuesto - Dijo pícaro recostándose y llevando sus manos detrás de su nuca - Soy todo tuyo, bonita -

Abrí el paquetito, retiré el profiláctico de su interior y arrodillándome en la cama lo desplegué con cuidado sobre su hinchadísimo pene.

Sin perder tiempo, me coloqué a horcajadas sobre su cadera apoyando mis manos en su pecho y comencé a mover mi vulva sobre su largo, suavemente. Cuando mi clítoris rozó su erección arqueé mi espalda, dejando que un gemido escape de mis labios.

Hobi tomó mi trasero con determinación y me obligó a repetirlo, moviéndose él también para estimular directamente mi punto más sensible.

Clavé mis uñas en él haciéndolo gruñir y apretar mi trasero con más fuerza en respuesta.