Obsesiones

Capítulo 9: El beso de Judas.

Después de ver ese beso, Pía se fue sin decir nada. Me separé de Barbie sin esperar que se hubiera lanzado a besarme.

—Me encantó el beso, ahora somos pareja, ¿no? —preguntó Barbie, con una mirada psicópata.

—¿Qué? Emm... —me quedé en shock.

—En fin, voy a subir una historia nuestra diciendo que somos pareja.

Barbie hizo una foto de nosotros en la que salía con cara de muerto y procedió a subirla a Instagram con un estado romántico. Enseguida todo el mundo comenzó a ver la historia, incluida Josefina, que no dudó en enseñarle la historia a su mejor amiga Tamara.

—Tamara, ¿no te besaste con Sebas el otro día? —preguntó Josefina, mientras le enseñaba la historia a Tamara.

—¿Vos me estás cargando? Menudo cabrón es... —Tamara fue caminando con cara de pocos amigos hasta que logró encontrarme.

—Sebas, ¿vos me estás cargando? —me preguntó Tamara con enfado y con los brazos cruzados.

Sin aguantar más la presión, salí corriendo mientras lloraba buscando a mi hermano que estaba apoyado en una pared del pasillo con el móvil. Sin dudarlo comencé a hablar mientras sollozaba.

—Álvaro, soy una persona horrible.

—¿Por qué dices eso? ¿qué pasó? —preguntó mi hermano preocupado.

—Me quiere liquidar todo el mundo —me sequé las lágrimas.

—Pero ¿Por qué? ¿Qué hiciste ya?

—Barbie me besó y lo subió a las historias donde Tamara vio la foto... Además mientras me besaba me vio Pía, aunque bueno a ella no le importó, pero a mí se me ha arruinado el mundo... —agarré un pañuelo y procedí a sonarme los mocos.

—Las cosas se solucionan hablando. Hablemos con Barbie y que borre la historia.

Fuimos a hablar con Barbie que miraba la historia de su móvil mientras se reía como un conejo.

—Barbie, ven un momento —dijo mi hermano, con seriedad.

—¿Qué pasa? —se acercó Barbie.

—Lo siento Barbie, pero... me gusta otra persona. Así que borra eso ahora mismo —dije, mientras miraba los ojos de Barbie.

—¡¿Qué?! —gritó Barbie—. ¿Entonces qué pasa con la conexión que hubo entre nosotros?

Barbie, ya le escuchaste le gusta otra y fin, no puedes ir haciendo esas cosas —le explicó mi hermano.

—No hubo ninguna conexión Barbie, lo siento —me tuve que poner serio.

—¡Me la pagarás, Sebastián Martínez! —gritó Barbie con los dientes salidos como dos esquinas y, seguidamente, se fue.

—Madre mía, a saber que va a hacer ahora... —dije, inseguro.

—A saber, conociendo a ella y a su madre... —comentó mi hermano.

—Ah, y hay otro problema, le dije que me caía mal Pía y si se lo dice... —me quedé sin terminar la frase.

—Estás muerto compadre —terminó la frase mi hermano— es que no se porque mientes tanto. Después vienen las consecuencias...

—No importa, si Mario casi me mata... así que igual no se acercará a mi —dije, triste mirando a otro lado.

Como estaba más calmado me senté en el suelo mientras escuchaba a mi hermano.

—Bueno... siempre nos amenazan y al final terminamos con ellas... —suspiró Álvaro.

—Ya... pero esta vez creo que es peor —coloqué mis manos en mi rostro.