Capítulo 13: Detector asiático.

312 139 200
                                    

Me dirigí hasta donde se encontraba y la saludé con la mano.

—Hola —sonrió Pía.

—Espero que Mario no nos vea, ¿No pasea por la rambla ni nada, no?

—No, y menos miraría en los tubos. Además, hoy está en la academia de turco.

—Ah, bueno —respiré aliviado.

—¿Oye, te puedo abrazar? —se me quedó mirando fijamente.

—¿A-abrazarme? —pregunté nervioso mientras me ponía a temblar—. Osea sí, sí, obvio, pero me ha tomado por sorpresa.

—Es que de verdad me parece super injusto lo que te hacen, no te mereces eso —se lanzó a abrazarme.

—Bueno, ya estoy acostumbrado a que me traten mal gracias a Barbie... Es que, osea, parece que no tiene neuronas. Si no le gustas a un chico pues venga, vamos a denunciarle por maltrato.

—Esa chica no está bien de la cabeza, siempre lo he pensado, ojalá se haga justicia y la metan a un psiquiátrico.

Mientras hablábamos vi como mi móvil vibró debido a una notificación. Cuando pulsé me di cuenta que era un mensaje de Barbie.

—Pía... —le enseñé el mensaje.

El mensaje decía: "reúnete conmigo a las ocho en el parque almansa. Si no vienes, tendrás consecuencias".

—¿Esta pesada para que quiere verme? —me quedé pensando en todo lo malo que podía hacerme si no iba.

—A saber, ¿pero piensas ir?

—Pues sí... porque según ella si no voy habrán consecuencias... —dije con tono de preocupación.

—Pero a ver si te va a pasar algo... ¿Vas a ir solo?

—Supongo, porque seguro mis amigos tendrán cosas más importantes que hacer...

—Que malos amigos, ojalá yo pudiera ir a ayudarte... —me miró con tristeza.

—Ya, pero sería muy peligroso... tú debes quedarte en tu casa que ya conoces a Mario. Pero si Barbie solo quiere quedar para besarme o pedirme perdón te juro que la mato...

—¿Y si le digo a Luciana que te acompañe? Así a lo mejor te puedes incluso acercar a ella. —me miró con cierta ilusión en su rostro—. Además, como es de las divinas, Barbie tal vez no ponga pegas.

—Bueno, esta bien díselo, aunque no sé porque pero siento que Barbie va a empezar a pegarme puñetazos o algo así...

—Vale, un momento —le mandó un mensaje a Luciana, la cual finalmente aceptó.

—Ha dicho que sí —se puso a aplaudir.

—Que bien —miro el móvil—. Uf, ya son las siete, que nervios...

—Bueno, pues ve yendo y así también le explicas un poco a Luciana. Me gustó quedar contigo.

Después de esas palabras me dio un beso en la mejilla y procedió a irse, dejándome sonrojado en medio de unos tubos en los que parecía que habían sapos y culebras.

—Bueno, no es tiempo de lamentos, quiero ver que va a pasar con Barbie, así que Sebas, cálmate por favor —dije hablando conmigo mismo y pude ver como una rata se me quedó mirando como si fuera un loco.

Comencé a caminar rumbo al parque almansa. Cuando llegué, pude ver a lo lejos como alguien tenía una mirada amenazante, pero cuando me acerqué más pude ver que solo era Luciana con sus ojos rasgados.

—Hola, Pía dijo que querías verme —dijo Luciana con una sonrisa en la cara.

—Sí, bueno... era porque Barbie quería citarme aquí y me daba miedo venir solo y pues Pía me dijo que si te decía de acompañarme y pues eso... —le contesté con cierta inseguridad.

Obsesiones Where stories live. Discover now