New Life

La nueva Black

Sin duda alguna la incorporación de Lily, había sido un gran cambio en la familia Black, la pequeña se estaba adaptando muy bien y Orión y Walburga hacían todo lo posible para que se sintiera cómoda con ellos, cosa que sorprendentemente estaban logrando con facilidad.

A quien si le estaba costando su vida entera era a Sirius, quien en esta semana había declarado cosas como

"por falta de atención se iría a vivir a la casa de James"

Cuando lo dijo tenía una bolsa de su mamá donde había metido todo lo que "necesitaba" la cual estaba llena básicamente de juguetes, en otra ocasión termino encerrando a Lily en su cuarto y les dijo a sus padres cuando la encontraron...

"Kreacher dijo que sería bueno que se aleje, así que eso hice"

Orión le dijo que no estaba correcto lo que había hecho y que debía pedir disculpas a lo que Sirius contesto

"¿Por qué yo? Solo quería hacer feliz a Kreacher, en todo caso él debería hacerlo  siempre dicen que sea bueno con él y ahora le cumplí lo que quería"

Aquel día no lograron que Sirius se disculpara.

Pero a Lily no parecía importarle mucho eso, la pelirroja se divertía jugando con Regulus.

Aquel 30 de enero de 1965, la pequeña estaba nerviosa por al fin conocer a los amigos de Sirius y aunque Walburga le había dicho que eran niños encantadores nunca se podía saber realmente, había la posibilidad de que ella no les caiga bien, así como a Sirius.

—No te preocupes Lily, te aseguro que dentro de poco Sirius, se hará una idea de que ya no es solo él y Regulus— Walburga peinaba su cabello pelirrojo en un bonito peinado para celebrar su cumpleaños, también le habían comprado un bonito vestido color de sus ojos con algunas flores de lirios por la falda.

—Feliz cumpleaños, pelirroja— una voz se escucho tras ellas, ambas voltearon y vieron a Sirius parado en la puerta.

—Toma— Sirius entró y le dio el regalo a Lily, quien con una sonrisa lo recibió.

—Gracias Sirius— la pequeña estaba entre sorprendida y feliz.

—¿Por qué me lo das? Si yo no te agrado— dijo Lily volteando a ver al pequeño pelinegro.

—Si, pero no soy tan malo, además si no lo quieres puedo llevármelo — dijo Sirius, Walburga los miraba desde la cama pensando en que para que su hijo haga algo así el regalo que le dio debe ser algo de él.

Instintivamente vio a la pequeña llevar el regalo hacia su pecho tratando de esconderlo con ambas manos de Sirius.

—No, ahora es mio, gracias— dijo Lily, Sirius salió de ahí.

—¿No lo abrirás?— pregunto Walburga bastante interesada en saber que había dentro.

A pesar de que la envoltura está mal hecha y su papel era interesante, Walburga supo que hoy Orión se había quedado sin su edición del profeta.

—Vaya que bonito, mira se mueve— la pequeña miraba la fotografía que Sirius había tomado hace ya un tiempo sin que sus padres lo noten era de Lily y ellos cuando la pequeña llegó, también había un libro de cuentos, Walburga miró sorprendida el libro era el favorito  de Sirius no podía creer que se lo había regalado.

Así que con una sonrisa en la cara acabo de arreglar a Lily.

Abajo Orión buscaba desesperadamente su edición matutina del profeta y dos de sus hijos lo veían divertidos mientras se escondían para que su padre no los vea.