Té y cartas

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Había momentos en los que Lily se sentía sola, lo cual era confuso, siempre estaba acompañada ya sea por sus hermanos o amigos y ahí estaba el problema todos ellos eran niños y no es que eso sea malo pero como tal jugaban cosas que a ella no le gustaban así pues siempre terminaba jugando sola en su cuarto con sus peluche y muñecas a la fiesta del té.

Ese día en particular todos los niños subieron a preguntarle si quería jugar a las carreras en escoba, ella como casi siempre se negó, nunca había volado porque le daba miedo la altura, por alguna razón James pensaba que solo superaría su miedo si probaba volar, lo cual era probable pero ella aún no sé animaba, así que cuando subió Sirius a preguntarle y ella se negara por quinta vez, todos aparecieron en su puerta usando las coronas que Narcissa y Andrómeda usaban cuando jugaban con ella a la fiesta del té.

—Mamá dice que para jugar contigo tenemos que usar esto y la verdad al principio me parecía horrible, pero mira me queda perfecto y por algún motivo siento que le da más vida a mi cabello— Sirius entró y fue directo a su tocador para mirarse en el espejo con James siguiéndole.

—Cierto mira esta corona hizo lo que las cremas para el cabello no, al menos lo tendré ordenado un rato— mencionó James, mientras que los otros cinco los miraban.

—¿Jugarán conmigo?— Lily estaba sorprendida no pensó que eso podría pasar.

—Lamentable ¿verdad? Mamá no pudo encontrar nada mejor así que nos mandó a nosotros, conformate tomatito— Sirius la llamaba así solo porque sabía que Lily reaccionaria mal puesto que odiaba aquel apodo.

—Si me vuelves a llamar así, haré que tu cabello de princesa se llene de pulgas— amenazo Lily y Sirius se dio la vuelta indignado.

—¿En tu fiesta hay comida, no?— pregunto James sentándose justo al lado de Regulus.

—Claro, aunque normalmente Kreacher solo trae porción para ambos cuando se viste de princesa para jugar conmigo — comentó Lily sonriendo ya todos estaban sentados en la pequeña circular.

—¿Kreacher juega contigo?— pregunto James, su elfina nunca había jugado con él sólo lo cuidaba, aunque si lo pensaba bien tampoco se lo había pedido alguna vez.

—Si, cuando no esta ocupado limpiando la habitación de Sirius — esta vez habló mirando a su hermano que se encogió de hombros .

—Ese es su trabajo— dijo Sirius resaltando lo obvio.

—Si, pero podrías ser más considerado/ Si, pero no tendría que hacerlo si fuera más ordenado— respondieron Lily Y Regulus respectivamente de los tres hermanos, Sirius era el más desordenado, era eso o lo hacía apropósito para darle más trabajo al pobre elfo.

—Odio cuando los dos se ponen en mi contra— reclamó Sirius.

—No estamos en tu contra solo no compartimos tu opinión — respondieron los dos a la vez, ante eso James y Severus se miraron pues reconocían muy bien el sentimiento, ellos nunca compartían opinión en nada.

—Bueno Lily ¿como se juega a esto?— pregunto Peter comiendo una galleta. En medio del intercambio de opiniones de los hermanos Kreacher apareció y dejó la comida y el té.

—Pues cuando juego con Cissa y Andy, ellas se sientan y no ponemos a conversar sobre los brujos que Andy encuentra atractivos y trae con ella corazón de bruja.— habló Lily.

—Si con mujeres hablan de chicos, nosotros hablaremos de chicas— sentenció Sirius.

—¿Y que sabes tú de chicas?— pregunto Remus mirando a Sirius con el entrecejo fruncido en un gesto de desagrado.

New LifeWhere stories live. Discover now