Muchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él.
A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...
Estas son las camisolas de las mujeres en la época con las cuales dormían y que en algunos casos se usaban debajo de los vestidos. Estas son largas y algunas pueden ser más cortas hasta la rodilla, depende del propósito. Las de dormir, siempre son así largas como las de la foto.
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La música sonaba animada en el jardín y la fiesta llevaba un curso agradable con algunos niños bailando o corriendo por el paisaje y los adultos charlando y compartiendo sus historias. Olivia iba entre hombres y mujeres participando de ambas conversaciones, cuando se unía a los hombres los encontraba hablando de política y negocios como era costumbre y al irse con las mujeres los temas se desviaban hacia la salud y ciudadanía, compartiendo ciertas aflicciones y o rumores que habían escuchado. Jonathan no participaba mucho de las charlas a menos que estuvieran sus amigos presentes; Derby, Chester, Kyle, Terrell y Harvie, por la mayor parte, el jugaba con sus nietos y se mantenía cerca de la mesa de comidas.
Grayson suspiró por milésima vez desde que se había sentado con Geordie en los bancos y agitó su pie nervioso cuando vio como su madre hablaba con Jonathan y luego este miraba hacia él. El mensaje había sido entregado, pensó al verlos intercambiar palabras y negar a algunas cosas que se decían. Seguramente estaban expresando la gran decepción que era para la familia y como deberían haberlo dejado en un orfanato al nacer.
Ethan se sentó junto a ellos con una porción de pastel de moras en su plato y miró hacia Elizabeth mientras comía. Ella estaba con sus amigas y no quería molestarle, era su cumpleaños y seguramente quería disfrutar con todas las personas en lugar de enfocarse solo en él. Reconocería que extrañaba los tiempos cuando eran niños e inseparables, pero no negaría que había sido su culpa se distanciaran. Se había marchado a estudiar a la Universidad y apenas se veía cuando él podía viajar, lo cual no sucedía muy a menudo.
—¿Le entregaste el regalo? —curioseó Geordie, inclinándose hacia él desde el otro lado de Grayson.
—No —confesó sin mirarlos.
Grayson le dio un golpe en la cabeza y protestó.
—No seas una nena, Ethan y ve a entregárselo.
—No lo haré, lo quemé —. Hasta Geordie se mostró sorprendido por la confesión—. Le entregué todo lo demás y le gustó, pero quemé la carta antes de llegar.
