Muchas cosas han sucedido en la vida de los Morgan, pero la aventura no termina. Su historia está por enfrentar el comienzo de un nuevo siglo y los cambios que vienen con él.
A los pies del siglo XX, la llegada de Marie está más presente que nunca...
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18 de mayo 1890. White Oak, Minnesota.
El viaje con Marie lo alejaría de casa durante tres semanas y serían demasiadas noches durmiendo sin Olivia. No le agradaba la idea, sentía que, sin ella, nada lo detendría de discutir con Marie hasta que terminaran cruzando líneas de las cuales no podrían regresar y dudaba mucho que Marie hubiera aprendido a morderse la lengua antes de hablar. Seguía siendo la misma niña grosera que a él le había cansado. La amaba, pero el dolor que le causaba era demasiado profundo y un viaje no podía arreglarlo.
Ya tenía su bolso hecho con todo lo que necesitarían, los empleados les prepararían un carro para llevar y en él pondrían las carpas y todas las herramientas de cocina y abrigo que eran indispensables. Marie se había armado su propio bolso con ropa, abrigo y materiales de dibujos y en el carro llevarían la cámara.
El viaje hacia las montañas sería largo y eran muchas las cosas que podían salir mal, cediendo a hacerlo, Jonathan sentía que solo le permitía a Marie continuar con sus caprichos. Cualquier cosa que ella pidiera se la daría y estaba cansado de sentirse atrapado en ese círculo.
Cerró los ojos cuando sintió como Olivia le acariciaba el cabello y la abrazó con más fuerza.
—No puedo volver a discutir con ella, ángel...N-no puedo y si este viaje sale mal... ¿Y sí solo peleamos y tú no estás para detenernos?
La sintió suspirar y sus uñas acariciándole el cuero cabelludo le erizaron la piel.
—Deja de ser tan negativo, Jona. Deben intentarlo, amor, quizás un tiempo a solas es todo lo que necesitan. Ustedes dos solían ser inseparables cuando Marie era niña.
—Eso fue antes de que cambiara y empezara a odiarme tanto, no sé que le hice para que me desprecie todo el tiempo.
—No te desprecia ni te odia, Jonathan, al igual que tú, Marie tiene mucho carácter y claramente le cuesta controlarlo y la ansiedad no ayuda. Se parecen mucho y por eso discuten tanto —. Invirtió lugares, para poder acostarse sobre él y las manos de Jonathan acariciaron su espalda desnuda y descendieron hacia sus nalgas—. Mantén la calma en este viaje e intenta volver a compartir momentos con ella sin discutir ¿sí? Intenta no enojarte.
Se obligó a asentir y la atrajo para besarla y hacerle el amor una vez más antes de dormir.
La parte difícil de marcharse durante tres semanas sería alejarse de Olivia y del calor de su cuerpo todas las noches al dormir, había pensado que ella podía viajar con ellos, pero Olivia insistía en que esta debía ser una experiencia solo padre e hija. Ella se quedaría a cuidar de la casa, continuaría cuidando de Jian y Maybelle y el resto de sus hijos y con suerte cuando ellos regresaran, la relación entre todos mejoraría sin las constantes peleas entre Jonathan y Marie.
Además, el viaje podía ser bueno para Jonathan, él todavía necesitaba despejar su mente del estrés y la depresión, con su amor por la vida salvaje, un viaje hacia las montañas le daría todo lo que a él más le gustaba; una vida simple, cacería, bosques y noches estrelladas junto a la fogata. Podía ser algo bueno para su salud si Marie no le discutía todo el tiempo.
