Capítulo 1

6.6K 453 850
                                    

Delle. 

Estoy loca. 

Mentira, loca se queda corto, en realidad estoy desquiciada.

Y ahora quiero irme corriendo, pero ya no hay vuelta atrás.

Manos lindas me mira y sonríe como si hubiese dicho algo estúpido, pero después se pone serio. Muy serio. Sus cejas doradas se fruncen de golpe y tiene una sombra de gracia en el rostro. Mis mejillas no tardan en enrojecerse.

Ya la cague. 

No puedo decirle que es una broma o que mi ebriedad habló por sí sola, porque en serio necesito su ayuda y como ya abrí la bocota y le pregunte lo que tanto necesitaba, ya no tengo otras opciones, más que aprovechar el momento.

—Oh, espera, ¿hablas enserio? —enarca una ceja y me mira por una fracción de segundos como si estuviese leyendo mis facciones con el ceño fruncido. Después eleva la mirada y mira el lugar que nos rodea en busca de una cámara escondida o algo por el estilo.

Ya quisiera que fuera una broma.

—Muy en serio —murmuro. 

El chico se queda en silencio y me mira al tiempo que baja los ojos y luego los sube por todo mi cuerpo, notando mis mejillas sonrojadas por los nervios. Dios mío, debe pensar que estoy demente enserio. Estoy a punto de darle un poquito del contexto del por qué, pero se adelanta en hablar.

—¿Estas ebria? —entrecierra los ojos—. Porque ya lidié con un ebrio hace unos minutos, y tuve que meterle los dedos a la boca, así que por favor tenme compasión —suelta, exhausto.

—No, no estoy ebria. Solo un poco... El punto es que necesito tu ayuda —digo, apurada y lo miro con suplica.

—¿Necesitas dinero? —enarca de nuevo su ceja rubia—. Puedo darte lo que necesites, si quieres... —se lleva una mano al bolsillo e intenta sacar su cartera, pero lo detengo.

—No, tampoco necesito dinero —Niego al instante y me doy unos segundos para procesar lo que estoy a punto de soltar. Vamos, solo dilo—: Necesito a un chico que se haga pasar por mi novio solo por esta noche —suelto sin más, aprieto los labios, cruzo los dedos por detrás, y resisto la respiración. 

Creí que se alejaría de golpe o intentaría largarse al soltarle la verdad, pero hace todo lo contrario; todas sus facciones se relajan lentamente y esboza una media sonrisa que me medio derrite. Tiene linda sonrisa y...

Concéntrate, Delle.

—Oh, bueno, hubieras comenzado por ahí —murmura y me observa—. ¿Y, por qué yo? 

Checo la hora de mi celular y me doy cuenta de que ya llevo demasiado tiempo aquí. Si tardo más, mi hermana no tardará en buscarme por todo el restaurante. Así que tengo que ser lo más rápida posible.

Piensa, piensa, piensa. 

—Estás huyendo de alguien, ¿no? —suelto otra vez sin responder a su pregunta anterior.

Su rostro se desconcierta de nuevo. Nuestros pies se rozan por el estrecho espacio del pasillo, y tenerlo de cerca me hace dar cuenta de que tiene un aroma a colonia muy refrescante. 

—¿Y tú cómo lo sabes? —inquiere. 

—Bueno porque, te ves irritado y no dejas de checar tu móvil cada dos segundos. Así que supongo que estás escapando de una chica —retracto.

Okey, detente Delle ya estás dando miedo.

—Lo siento. Fui muy directa y debes creer que estoy demente, pero enserio, solo dame unos minutos y te lo explicaré todo —suplico.

Querida, DelleWhere stories live. Discover now