Baby, I'm yours | Alex Turner ( Stuck on the puzzle parte II)

8. Punto de vista

Aquel viernes dedicaron todo el día para estar juntos, en su hogar.

Habían charlado por horas y horas, él le contaba su experiencia en la gira y Ruby su día a día en casa, en Los Angeles.

Habían reído a carcajadas juntos contándose las anécdotas más divertidas, y por un rato se habían puesto en la piel del otro. Ruby escuchaba atenta las historias que Alex tenía para contarle de cada país en el que paró, y Alex escuchaba atento las conversaciones que Ruby relataba sobre ella con su madre, o Amy, o Penny.

- Gracias por haber ido a visitar a mis padres al menos una vez. - sonrió Alex recordando el buen trato que su novia tenía con su familia desde el día uno en que se habían conocido.

- No tienes que agradecerme, no lo hice porque debía. Lo hice porque quise y porque los quiero como mi propia familia.

- No se qué he hecho para merecerte... Pero mama me ha llamado varias veces y me ha dicho que te quiere como una segunda hija. - Alex mordió su labio inferior sin poder creerlo y Ruby sonrió amplio.

- No sabes lo feliz y orgullosa que me pone oír eso cariño. - rozó su nariz con ternura. - Debemos ir a visitarlos cuando puedas. Ellos te extrañan a horrores...

- Lo sé. Debo ponerme al día con todos, con papá y mamá, con tus padres, con Miles...

Luego de un buen rato de más charla. Alex trajo a la sala de estar una gran maleta que compro en el viaje. Y le pidió a Ruby que no espíe.

- ¿Qué traes ahí? ¿Qué tiene dentro?

- ¡Sin espiar! - la regañó mientras abría la tapa de la maleta.

Alex saco el primer obsequio, y se lo tendió a Ruby.

- Aquí dentro está lleno de regalos para ti... Y para los demás, pero principalmente para ti.

Ruby grito de alegría y comenzó a saltar en su lugar sobre el sofá. Tomó el obsequio y comenzó a romper el envoltorio para ver de qué se trataba.

El primero se trataba de una camiseta de la selección brasilera con su apellido detrás.

- ¡Estás bromeando! - comentó anonadada sonriendo amplio. - ¿Cómo la conseguiste?

- Tengo mis contactos... Yo tengo una igual y me pareció cool que tengamos la misma camiseta.

- ¡Me encanta! Muchas gracias mi amor.

- ¡Eso no es todo! Prepárate porque hay muchos más.

Alex comenzó a pasarle poco a poco sus obsequios, sentado junto a ella en el sofá mirándola abrir sus regalos con emoción como una niña en su cumpleaños.

Ruby recibió de todo: desde camisetas, ropa de diseñador de Italia, Francia, España, México. Más de cinco peluches con el animal típico de cada país. Tazas de recuerdo. Perfumes, maquillajes, libros y joyería que Ruby jamás había visto hechos con piedras preciosas. Además, su asistente había preparado una caja a parte con el fan mail que iba destinado a Alex y Ruby, ya que algunos ya la conocían.

Ruby no podía creerlo, y repetía una y otra vez que nada de aquello era necesario, ya que con tenerlo de vuelta en casa era el mayor regalo que podía obtener en mucho tiempo.

Por la noche, luego de darse una ducha juntos leyeron las cartas que los fans de Alex les habían mandado. Era increíble el cariño que toda esa gente sentía por él, y cómo habían logrado apreciar a Ruby aunque no la conozcan demasiado. Supusieron que el asistente de Alex separó las cartas con mensajes negativos, ya que todas contenían palabras muy lindas.