Baby, I'm yours | Alex Turner ( Stuck on the puzzle parte II)

25. Estará todo bien.

El día de la primer ecografía había llegado, y Miles había acompañado a la pareja al hospital, pero antes de entrar en él avisó que iría a dar una vuelta mientras ellos se ocupaban del importante asunto, además en la sala de ecografía solo dejaban ingresar a una persona, al menos en la primer ecografía.

Así que Ruby se encontraba ansiosa esperando su turno, luego de haber bebido bastante agua como lo requería el exámen. A su lado, Alex mordisqueaba sus uñas. No habían hablado demasiado sobre el tema, no habían hablado nada para ser sinceros. Y es que aún ninguno caía en cuenta de lo que estaba ocurriendo, por momentos hasta se olvidaban de que iban a traer un ser humano a éste mundo.

– ¿Ruby Hills? – preguntó una muchachita en la puerta de una de las habitaciones.

Ambos se pararon rápidamente y se dirigieron hacia la ecógrafa.

– Buenas tardes, señorita Ruby y...

– Alex, Alex Turner. – estrechó su mano repitiendo el acto de Ruby y ambos ingresaron.

– Mucho gusto, mi nombre es Lisa y me encargaré de realizarles las ecografías durante todo el embarazo. Por cierto, felicitaciones por la noticia. – sonrió y ellos solo le dedicaron una mueca incómoda.

– Comprendo su temor. – rió la muchacha divertida. – He pasado ésta situación cientas de veces, pero créanme una vez que escuchen el latir del corazón de su pequeño todo el temor se disipará.

Ruby volteó a ver a Alex, y sonrió apenada. Lisa le indico que se recueste sobre una camilla que había allí, Ruby se subió un poco su camiseta liberando su abdomen y la ecógrafa le colocó un frío gel sobre éste.

– Bien, vamos a comenzar. – Comenzó a pasar el transductor sobre la parte baja de su abdomen. – Aquí está, vamos a medir al chiquitín. Estás de unas siete semanas, el feto mide 1.1 centímetros y todavía no llega al gramo de peso. – explicó mientras tecleaba en la máquina con la otra mano.

Alex al ver la pantalla quedó helado, y Ruby notó que había entreabierto su boca. Ella también miró sorprendida.

– Procedemos a escuchar su corazón, hasta ahora todo va bien... – En un segundo, a través de aquella máquina comenzó a sonar un zumbido.

Bum... Bum... Bum... Bum...

Y tal como predijo la ecógrafa, ambos entreabierto sus bocas, sorprendidos. Ruby sintió cómo algo se encendía dentro de su pecho, una sensación extraña, una sensación nueva pero realmente hermosa. Y aquello mismo sintió Alex dentro de sí. Sus ojos se llenaron de lágrimas y Álex tomó con fuerza la mano de Ruby.

– En la semana siete el cordón umbilical ya se ha formado, aún no se puede distinguir muy bien su cuerpo porque aún está en desarrollo...

– No puedo creerlo. – murmuró Ruby. – Es tan pequeñito... Es una sensación tan extraña.

– He visto el informe que me dió tu doctor, Ruby. Sé que él te derivará a una ginecóloga, eres de tener presión alta, ¿Cierto?

– Si así es... Eso... ¿Afecta al bebé?

– Se podría decir que es un embarazo de riesgo, no hay de que preocuparse si lo tenemos controlado, pero deberás tener muchos más cuidados que un embarazo normal. – explicó. – Pero ya te explicará mucho mejor y a fondo tu ginecóloga obstetra.

Ruby miró a Alex preocupada y éste beso su mano.

– Estará todo bien. – le sonrió.

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