Nuevas migas.

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Los días siguientes a esa primera visita a la Cueva los chicos tuvieron que adaptarse a una nueva rutina y estilo de vida que les permitiera seguir con sus vidas de civiles y estudiantes al mismo tiempo que pudieran entrenar a diario para controlar sus poderes por completo, algo que ciertamente comenzaba a estresar a los chicos, más a unos que otros.

Por un lado en la escuela las cosas eran un cúmulo de estrés constante, aunque los chicos querían seguir con sus vidas normales poco a poco habían comenzado a aislarse del resto de estudiantes, estaban atentos casi todo el tiempo y procuraban mantener el control de las situaciones en que se involucraban para no cometer un error que los dejara al descubierto sobre sus poderes; sin embargo, de alguna manera estar juntos como grupo ayudaba a que está carga fuera un poco menos pesada.

Por otro lado, con la finalidad de que los chicos pudieran asistir a diario a los entrenamientos sin levantar sospechas Steve y Sirius habían falsificado unas inscripciones que justificaran la presencia de los chicos en la Cueva, asegurando que ellos eran parte de un exclusivo taller juvenil de estudios y orientación vocacional llamado "Programa para jóvenes especiales Mikoradoth", con esto los padres de los chicos podrían estar tranquilos y no se preocuparían del tiempo que pasarán ellos entrenando, solo bastaba mandarles de vez en cuando algún reporte del progreso de sus hijos. Así que los chicos iban a entrenar de dos a tres horas diarias.

A dos semanas de iniciar con esa rutina los chicos estaban llegando a clases para iniciar un nuevo día con la materia de física.

El profesor Aragón era un típico engaño; por un lado solía ser muy amable y accesible con los estudiantes durante las clases, explicaba los temas de forma consistente ayudando a que los estudiantes los asimilaran mejor al obligarlos inconscientemente a analizarlos en lugar de memorizarlos; el problema es que sus exámenes eran una masacre tan grave que existían una red especial entre los estudiantes para copiarse y pasarse las respuestas, desgraciadamente a pesar de eso la mayoría de los estudiantes reprobaban. Por eso nadie se explicaba como ese profesor era de los más apreciados por sus estudiantes y siempre lo recordaban con aprecio.

Los primeros en llegar al salón fueron Dominik y Jacob que platicaban animadamente de la nueva canción que se estaba aprendiendo el de lentes y que el pelinegro insistía en usarla de fondo épico en para los entrenamientos; poco tiempo después llegaron Kaida y Dorian, pero contrario a lo que había pasado durante esas dos semanas desde el incidente que bautizaron como "la explosión", está vez los gemelos estaban discutiendo entre sí.

- ¡Ya te dije que lo siento!- Kaida dejo su mochila en el mismo lugar de siempre.

- ¡No es cierto! ¡No lo has dicho!- Dorian dejo su mochila en la mesa detrás de los chicos que miraban confundidos a los gemelos.

- ¡Porque no hay un motivo para disculparme!- le dio la espalda a su hermano y se sentó en su lugar sacando sus audífonos.

- ¡Te comiste mi paquete de galletas!- ante la acción de su hermana también se sentó y saco sus audífonos.

- Eh... ¿Hola chicos?- Jacob llamo la atención de ambos mientras que Dominik observaba todo con curiosidad al igual que los guías.

- Hola chicos- los saludo Kai tranquilamente.

- Hola- los saludó Dorian.

- Este... ¿Por qué discuten chicos?- Jacob les pregunto a ambos llamando la atención de los gemelos.

- ¡Fue su culpa!- confesaron ambos al mismo tiempo señalandose mutuamente.

- ¿Mi culpa? ¡Es claramente tú culpa Dorian! ¡Conoces las reglas! ¡Si están en la alacena no tienen dueño!

Mikoradoth: El origen de los héroes.Where stories live. Discover now