Capítulo 48

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—¡No te rías! —le gritó Sakura en medio de sollozos, luego de arrojarle un almohadón a Ino.

Esta, sentada en medio de la enorme nueva cama de la pelirrosa, esquivaba sin éxito el embate, mientras se tomaba, sin dejar de reír, la pequeña pancita de dos meses que ni se le notaba, pero para ella ya era enorme por la leve hinchazón en su flacura a fuerza de dieta.

—No te... enojes —carcajeaba casi al borde del llanto.

Esa mañana de sábado, habían quedado en salir a desayunar juntas, siendo Ino quien pasaría por su departamento ya que la cafetería elegida quedaba cerca de lo de Sakura. Pero cuando la pelirrosa le atendió, llorando y con un semblante entre demacrado e hinchado por las horas de llanto, la salida de chicas quedó automáticamente cancelada, siendo reemplazada por una sesión de charla y mimos de amigas.

Ino pensó lo peor al verla, que aquello tenía que ver con Kakashi, ya que estaba al tanto de todo. Después del alta de Sakura, cuando la pelirrosa ya se había instalado en su departamento, aquella conversación de sinceramiento entre ellas al fin se había dado. No era que la rubia no supiera nada, un par de visitas en el hospital cuando su amiga aun luchaba para volver a la conciencia, con un peliplata que no se desprendía de su lado, le bastaron para deducir todo. Más que hacía meses que casi ni convivían, y que cada vez que le cruzaba, le veía ese brillo en los ojos como el que observó durante el año en que la relación con Sasuke pareció prosperar. Era obvio que había un hombre en su vida y no era el Uchiha, sino otro que estaba casualmente siempre con ella, su ex sensei.

Poco tardó en atar cabos, aunque no dijera nada. No le correspondía a ella. Hasta aquella tarde.

Y si bien esa verdad le bastaba, intuía que había algo más, alguien más para ser precisos. El Hyuga no pasaba desapercibido ante nadie, menos ante las féminas, y ella no era una excepción. Mas cuando Sai le comentara la estima y admiración que le tenía a ese hombre, primero un agente de alto rango que le entrenó, y luego su superior, siendo el mejor en su trabajo.

Ver un hombre tan duro, recto y frío, que tenía a todas y a la vez no se quedaba con ninguna, tal como se lo definiera Sai; tan dedicado a su amiga, ya rayando el agotamiento mental y físico, le dejaron más de una alerta encendida.

Y ahora, encontrar a Sakura demacrada y furiosa porque ese mismo sujeto le besara y luego no aceptara su propuesta de cama... no podía evitar que le divirtiera, más en alivio que otra cosa.

—Perdona —suspiró sin evitar que unas últimas pequeñas carcajadas escaparan en medio de su alivio —...por fi... perdona, ¿sí?... Es que-

—Eres mala... una puerca despreciable —sollozó abrazando otro almohadón, el último que le quedaba cerca— ¿¡No ves que estoy terriblemente mal!?

—Sí, sí —se secó una lágrima que quedaba en el rabillo, sentándose ahora en frente— ,pero no... En ese punto de lo "terriblemente mal", discierno contigo.

—¿Me llamas mentirosa?

—No, mentirosa no. Pero sí confundida —carcajeó para acomodarse —. No estás mal, estás enojada.

—¡Y sí! ¡Mal y enojada!

—Vamos bien ahora.

Y el nuevo almohadón voló impactando en la cara de Ino quien echo a reír una vez más.

—¡Y te burlas! ¡No se puede hablar contigo!

La rubia no podía contestarle, solo reía pero hizo su mejor esfuerzo para calmarse cuando su emocional amiga ya no contuvo más el nuevo llanto, que ahora bañaba sus enrojecidas mejillas otra vez.

La última lección de Sakura [+18] [Kakasaku]Where stories live. Discover now