Capítulo 50

1.9K 103 663
                                    

Las carcajadas divertidas y emocionadas de Sakura, llenaban el deportivo de Seiyi en el cual viajaban rumbo a la finca privada de la familia Hyuga. El viaje les iba a tomar al menos una hora, no por la distancia en sí, sino por lo sinuoso del camino. Aunque poco le importaba a la chica, la cual reía en cada nueva curva o lomada que el varón tomaba a velocidad, haciendo derrapar el coche en algunas para provocar tal reacción. La pelirrosa no era asustadiza e iba conociéndole ese gustillo que demostraba por las emociones fuertes. Él no hacía más que disfrutarla, observándola luego de cada truco para reír junto a ella cuando esas dulces carcajadas lo contagiaban.

Después del desayuno y de elegir los vestidos para un fin de semana que ella ni se imaginaba, los planes de Seiyi se vieron interrumpidos cuando le expresa que quería pasarlo a solas con él, sin nadie que pudiera interrumpirlos por más que los atendieran. Le sorprendió el pedido llenándolo de satisfacción cuando le entendió al fin. Tan diferente y opuesta a cualquiera de las otras mujeres a las que agasajara en el pasado, ella buscaba intimidad en donde las demás preferían ser tratadas como princesas. Y se lo daría, todo lo que ella pidiera, él se lo daría.

Y allí estaban, montados en el deportivo que hacía meses no usaba, vestido él de forma casual con aquella remera oscura escote en "V" que se ceñía a su pecho, y los jeans negros gastados que tan bien le marcaban el trasero, tenía a Sakura mirándolo con ganas cada vez que ella creía que él no la observaba. Y le sonreía, ni bien la sorprendía, porque le encantaba despertar de esa forma la libido de la joven, aunque no se lo dejara ver.

Fue en aquella última lomada, en donde las carcajadas provocadas por las cosquillas en su barriga, la tuvieron riendo con tantas ganas, que ya no se aguantó las ansias por besarla. Y allí fueron, entrando al primer mirador que encontró, aparcando bajo las preguntas de la chica que no entendía lo que sucedía, hasta que se detuvieran y el varón le tomara la nuca para aferrarla a su beso. Uno que se tomó todo el tiempo para expresar en vehemencia el gusto que le daba que ella al fin se decidiera.

Y al beso se le coló aquella mano que le recorrió los descubiertos muslos que la solera verde agua de falda corta y suelta, poco esfuerzo hacía para impedirle la impertinencia.

—Sei... —susurró entrecortado cuando le acarició sus desnudos pliegues, porque si de algo carecían aquellos atuendos, eran de ropa interior, detalle que la fémina reclamó en contadas veces obteniendo por respuesta un "siempre disponible" que le cerraba la boca hinchándole los acalorados mofletes.

Él gruñó al sentirla, sus dedos resbalaron fácilmente indicándole que estaba lista. Fueron unos breves minutos de besos para que ese cuerpo reaccionara a él de forma exquisita, y no pudo enloquecerle más.

—Estás mojada —le dijo sobre los labios cuándo le soltó la boca, y ella no pudo más que asentir sonriéndole apenas, encendida ante esa mirada afiebrada. Si algo tenía el toque del varón, era esa piel que le quemaba y que le prendía el cuerpo de forma inconsciente, ni siquiera ella lo controlaba, preguntándose qué demonios le hacía ese hombre para provocar tal lascivia en ella.

—Tú me...haces...eso...

El varón sonrió, sosteniéndole la nuca, aumentando en recorrido los movimientos de sus dedos.

—¿Yo?

—Sí... mmmm... tú...

—¿Sólo yo?

Ella no respondió de inmediato, concentrada en lo que él le hacía, perdida en ese placer peligroso de estar tocándose en un lugar público, solo podía respirar fuerte mordiéndose el labio para no gemir. Y él no supo qué hacer con aquello que le movió la falta de respuesta, porque aun sabiéndose el único en ese instante en la vida de la chica, no lo sabía si lo era en pensamiento y ,ese simple detalle, le picó los celos, aquella maldita emoción que había entrado a su vida junto con ella.

La última lección de Sakura [+18] [Kakasaku]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن