XXXVI

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Tal vez, el hecho de escuchar a Laxel hablando de Jennifer, la charla que habían tenido la última vez con el pelirrojo, todo había provocado que él volviera a pensar en ella.

¿Cómo se encontraría ella? ¿Qué sería ahora de su vida? ¿Seguiría trabajando como prostituta? Hacía tres años se había alejado de su lado.

—Hey, Anike —pronunció fingiendo una sonrisa, hablando por celular—. Escucha, necesito un favor, bueno no favor, ya que te pagaré por el trabajo.

"—¿Qué necesitas?"

—Encontrar una mujer.

"—Bien ¿Qué datos tienes de ella?"

—Es de Eritma, se llama Ura'Elie, tienen veintidós años, pertenecía a la casa Lamshkel.

"—Pero con esa información la puedes encontrar tú mismo —rio divertido—. Si es una puta, debe seguir en el mismo lugar, no entiendo cual sería mi trabajo."

—Verificar que ella sigue ahí, o encontrarla.

"—Por supuesto que debe seguir ahí, pero lo haré de todos modos. Y no creas que te cobraré menos por todos los datos obvios que me diste para encontrarla."

—No esperaba eso —sonrió—. Te haré el depósito ahora, sé discreto, y cuando tengas su ubicación, envíamela.

"—Claro que sí, dame doce horas y te diré dónde está."

—Perfecto.

Cortó la llamada, y se recostó en su cama, observando el techo.

"—No me mires de ese modo.

Ella lo observó a los ojos, y sonrió con cierta confusión, denotando tanta dulzura.

—¿De qué modo?

—Sabes muy bien a qué me refiero, Elie.

Apoyó una de sus manos sobre la mejilla de él, y la acarició suavemente.

—Quisiera que tú pudieras sentir lo que siento por ti. A veces me gusta pensar, intentar creer, que dentro de la coraza de hielo que cubre tu corazón, hay una parte cálida. Eso es lo que me gustaría conocer de ti.

Lashel la tomó de la muñeca, y negó con la cabeza.

—Esto es lo que soy, no hay más nada.

—Tú eres las estrellas que brillan en mi cielo las noches más oscuras. Eres la luz que guía mi camino cuando parece que no hay salida. Eres la razón por la cual creo que debo dejar mi antigua vida, y comenzar una nueva a tu lado.

—¿Q-Qué?

—¿No te gustaría formar una familia conmigo, Lash? —sonrió mirándolo a los ojos, de forma sincera—. Yo quiero dejar la casa, tener un hogar propio contigo, ya no quiere servirle a otros hombres, sólo a ti.

—Creo que estás desvariando —rio, alejándola de él.

—Lashel.

—Tu lugar es la casa a la cual pertenece, y el mío es como mercenario.

—Pero yo quiero dejar todo eso atrás por ti. Podríamos tener una vida juntos, formar-

—No digas más estupideces, Ura'Elie. Si hubiese querido una mujer para formar una familia, no habría venido a Eritma.

Ella lo miró, analizando sus palabras... Y luego sonrió levemente, antes de asentir con la cabeza.

—S-Sí, tienes razón.

—Por supuesto que la tengo. Ahora olvida esas estupideces, y terminemos bien la noche.

—Sí."

Esa había sido la última vez que la había visto... Y que estúpido había sido con ella.

***

—Hola pa ¿Cuándo vuelves a casa?

"—Aún no podré regresar, Jen. Posiblemente el mes siguiente ¿Necesitas algo?"

—No, sólo... Estoy cansada de estar encerrada en casa —murmuró.

"—No es seguro que salgas."

—¿Cuánto tiempo más tendré que estar encerrada?

"—Hasta que me digan que es seguro para tí, y que ya no están buscándote."

—Pero podría pasar mucho tiempo para eso.

"—Tal vez, pero mientras estés con vida, segura y sana, nada más importa."

—Voy a terminar muriendo de depresión a este paso —murmuró.

O intentando huir...

...

LaxelWhere stories live. Discover now