Laxel

XXXVII

—Dos meses después—

—¿Qué es esto? Huele... Extraño —pronunció cubriéndose la nariz con el dorso de su mano.

—Drogas que consumen los humanos —le dijo Lashel metiendo los paquetes dentro de un bolso—. Mira, ya que no quieres asesinar a nadie, llevarás tu los bolsos.

—Huele espantoso —se quejó frunciendo la piel sobre su nariz.

—Como los humanos —rio—. Oh lo siento, tu mujer es humana.

—¿Cuándo la traerás aquí? —le inquirió serio, tomando el primer bolso.

—Me dieron información, su padre aún la tiene encerrada en la casa, lo cual hace imposible poder "secuestrarla". Y eso ya es un problema. Su embarazo ya debe ser más notorio.

—Tienes que encontrar la forma de sacarla de allí —gruñó Laxel.

—Pero ni que dependiera de mi —rio divertido—. Ahora no pienses en eso, tenemos trabajo que hacer, y tú necesitas la paga, así que andando.

***

No lo entendía, estaba comiendo menos, aunque su hambre fuera voraz, pero su panza estaba cada vez más grande, y sólo estaba de cuatro meses. Ya la ropa que antes le quedaba holgada, ahora le apretaba la barriga.

Había comenzado a comprar en línea ropa más grande aún, y todos habían notado su aumento de peso. Incluso su padre le había llamado la atención, diciéndole que había subido mucho, que tenía que empezar a hacer alguna actividad física.

Estaba desesperada, quería irse cuánto antes de ese lugar y saber cómo se encontraba su bebé.

"—Jen."

—L-Laxel ya se me está haciendo imposible ocultar el bebé, la panza ha crecido mucho, no entiendo que está pasando. Estoy comiendo menos, lo juro, solo una vez al día, aunque tenga mucha hambre. Estoy tomando agua para intentar no comer, pero mi vientre se ve muy grande.

"—Jen el bebé necesita que tú comas, si no lo haces adecuadamente, no tendrá los nutrientes necesarios para desarrollarse bien."

—¿Es qué no lo entiendes? ¡Ya no sé cómo ocultar el embarazo! —exclamó rompiendo a llorar—. Mi padre se va a enterar, y tengo mucho miedo por su reacción. El bebé ha comenzado a moverse, todo el día lo siento moverse, y creo... Que es por hambre, porque cuando como, se calma. Me siento tan mala madre, esto es tan desesperante para mí.

"—Por favor, intenta tranquilizarte —pronunció en un tono casi desesperado—. Te juro que buscaré la forma de sacarte de allí a fin de mes, lo juro."

—E-Está bien —sollozó, acariciando su panza—. Yo sólo q-quiero que él esté bien, poder verlo. L-Leí que a la semana veinte se realiza una ecografía importante, y yo jamás pude hacerme un control. Ni siquiera sabemos cómo está el bebé —lloró angustiada.

"—Tranquila, mi amor, sólo unas semanas más, y pronto podremos verlo, juntos."

—T-Te amo.

"—Yo también te amor, Jen. Intenta tranquilizarte y descansar ¿Sí? Come al menos dos veces al día, come frutas, cereales, pero no estés sin comer."

—L-Lo intentaré —sollozó, antes de cortar.

Salió del baño, secándose las lágrimas del rostro, y fue hasta la balanza que estaba al costado de su cama. Se subió sobre ella, y se cubrió la boca con una de sus manos, sollozando nuevamente.

Ya había aumentado casi siete kilos desde que había vuelto de la isla. Laxel tenía que encontrar la forma de sacarla de allí.

***

—Ya no tengo tiempo, tengo que sacarla de ahí —gruñó.

—¿Y cómo diablos quieres hacerlo, Laxel? Su padre tiene la casa custodiada las veinticuatro horas del día, es imposible.

—Tenemos que hacer que ella salga de allí. Ya le es imposible ocultar el embarazo.

—Imposible es sacarla de ahí —pronunció en un tono calmo Lashel—. Revisan hasta la correspondencia que ella recibe. Hasta que el viejo de mierda no le permita salir, no podremos salvarla.

—Busca la forma de sacarla —gruñó con rabia.

Lashel lo observó y rodó los ojos. ¿Desde cuándo trabajaba para él?

—Busca tú la forma de que ella convenza al viejo de mierda de dejarla salir, y así podremos traerla aquí.

—Él jamás la dejará salir, a menos que ataquen la casa.

—Bueno, entonces tendrán que pagar para que ataquen la casa —sonrió divertido—. Y en medio del caos, la secuestramos.

...