𝟎𝟎𝟒 ┃ 𝙬𝙖𝙧 𝙬𝙤𝙪𝙣𝙙𝙨

3.1K 284 15
                                    

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑

𝙝𝙚𝙧𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙜𝙪𝙚𝙧𝙧𝙖

—Hola, Layra — dijo Anakin, cuando llego a mi lado en el pasillo, mientras alzaba su mano abierta al aire —

Yo rodé los ojos con una sonrisa y le choque los 5. Habían pasado unos cuantos meses desde que Obi Wan nos presento a Anakin y a mí, y la verdad, es que nos habíamos convertido en muy buenos amigos. De hecho, era el único amigo que había tenido en toda mi vida, por lo que le tenía mucho cariño.

—¿Que tal? — me preguntó con una sonrisa — ¿Que? ¿Sales de entrenar?

—Que va, Obi Wan y yo hemos ido a preguntarle una cosa al maestro Yoda y ellos dos se han ido, así que me he tenido que quedar con los niños a los que estaba entrenando — le expliqué, sin dejar de andar por el pasillo — Ha sido agotador.

Anakin río, y mostró esa bonita sonrisa que me había estado regalando cada día desde que llegué aquí.

—Seguro que se te ha dado bien — me dijo — Todo se te da bien, apuesto que los niños no son una excepción

—Que va — dije — Me odian. No me han hecho caso ni una sola vez en las 2 horas que he estado con ellos. Claro, luego ha entrado Yoda a la sala y se han calmado. De verdad que no me lo explico.

Llegamos a la sala de entrenamiento en la que teníamos que esperar a Obi Wan, y nos sentamos en uno de los bancos de allí.

—No te preocupes — dijo — Son niños, ellos nunca hacen caso a menos que les des algo que le interesa.

—Estoy empezando a pensar que tú también eres un niño, Anakin, cumples todos los requisitos para serlo. — me reí de el, y el me empujó por el hombro ligeramente, haciendo que los dos riéramos —

—Callate — me dijo, levantándose de la silla y arrastrándome con el hasta que también estuve de pie — ¿Y soy yo el niño? Juraría que soy más alto que tú, Layra. Muchísimo más alto que tú, de hecho.

Ahora fui yo la que le pegue ligeramente en el hombro. El río, y yo le pregunté:

—¿Y tú? ¿Que tal tu día?

—Bien, bueno, el maestro Windu me ha "castigado" por no hacerle caso, pero por lo demás, bastante bien.

—Eres un caso perdido, Ani — le dije —

Los dos reímos y en ese mismo momento entro Obi Wan, sonriéndonos a los dos. Nosotros hicimos una pequeña reverencia que él nos devolvió.

—Buenos días, maestro — dijimos al unísono —

—Buenos días, jóvenes padawans — contesto el — ¿Cómo estáis?

—Agotada — le dije — No me vuelvas a dejar sola con los niños pequeños, por favor, ¡no los soporto!

Obi Wan río y negó con la cabeza.

—Algún día te tocará a ti ser maestra, mi jovencísima padawan — me dijo el — Y reza por qué no te toque alguien como Anakin a sus 9 años. No paraba quieto.

—¿Y ahora sí? — le pregunté y cuando ambos reímos, Anakin nos miró indignado —

—¡Eh! — se quejó — ¡No digáis eso! Seguro que Layra no era mucho mejor de pequeña.

—No, no era mejor — confesó Obi Wan — No dormía ninguna noche para quedarse leyendo, entrenando o hablando consigo misma. Se pensaba que no lo sabíamos.

—¡Oye!

—Bien, dejémonos de tonterías — dijo, cuando terminó de reír — Hoy empezaremos con un duelo sencillo, y el que gane tendrá el resto del día libre. El que pierda... — me miró, antes de terminar la frase — Tendrá que cuidar de los alumnos pequeños de Yoda los dos días que él estará fuera.

Yo abrí los ojos como platos y saqué mi sable láser, para casi la instante ponerme a pelear con Anakin.
Obi Wan río al ver mi rapidez, y Anakin empezó a luchar contra mi también.

El duelo iba muy empatado, cuando de repente, Anakin me tiro al suelo de alguna forma y coloco su espada láser muy cerca de mi cuello. Luego, sonrió con burla y dijo:

—¿Preparada para soportar a los niños pequeños, Layra?

—¿Para que soportarlos a ellos si ya te tengo que soportar a ti, que viene a ser lo mismo?

En ese instante, le hice un barrido a Anakin, haciendo que cayera al suelo al igual que yo. Yo me levanté del suelo, pero para mí mala suerte, Anakin también. Luchamos por unos segundos más hasta que los dos acabamos con el sable del otro a pocos centímetros del cuello.

—Bien, es suficiente — dijo Obi Wan, haciendo que los dos bajásemos las armas —

Pero, por desgracia, nada fue tan fácil como acabar la pelea así. Anakin bajo su sable a la vez que lo apagaba, pero este hizo todo lo contrario. El solo se encendió de nuevo, haciéndome una profunda quemadura en el brazo. Grite del dolor mientras caía de rodillas y mis mejillas se llenaban de lágrimas.

—¡LAYRA!

Anakin y Obi Wan se acercaron corriendo a mí. Los dos estaban muy preocupados por si me desangraba, tanto, que Anakin rompió un trozo de su túnica y lo envolvió alrededor de mi herida, mientras que Obi Wan me ayudaba a ponerme de pie para correr a la enfermería.

Una vez allí, me tumbaron en una camilla por las próximas dos horas, y echaron a Obi Wan y a Anakin para poder trabajar tranquilamente y con más espacio.

Después de otra media hora que se me hizo eterna, dejaron entrar a Anakin y a Obi Wan. El primero entro corriendo y se arrodilló al lado mia.

—Dios, lo siento, Layra, lo siento muchísimo. Yo no pretendía... Yo no... No he querido... Lo siento — Anakin se disculpó tantas veces que perdí la cuenta —

—Eh, eh, Ani — le dije cuando vi sus ojos cristalizarse. Cogí su cara entre mis manos y le sonreí — No pasa nada. No me duele el brazo.

Me inspeccione el brazo, viendo una enorme cicatriz vertical que me recorría desde el hombro hasta el codo. Si embargo y a pesar de todo eso, sonreí para calmar a Anakin.

—Ademas, siempre he querido tener cicatrices de guerra. Y una de un entrenamiento con mi amigo no está nada mal — le dije sonriendo para que se calmara —

Anakin me abrazó con fuerza, y yo le correspondí al instante. Obi Wan se acercó a nosotros y, cuando Ani se apartó de mi, preguntó:

—¿Estas bien, Layra?

—Si, maestro, ya no me duele nada — le contesté yo —

—Bien — dijo, asintiendo con la cabeza — Anakin, ¿que ha pasado?

—No lo sé, maestro. Cuando apague el sable láser, se volvió a encender solo y... Corto a Layra. — explicó Anakin —

—De acuerdo, lleva el sable a que lo revisen, puede que esté roto y la próxima vez, los daños sean mayores

Anakin salió de la enfermería y yo me dirigí a mí habitación a dormir una vez que Obi Wan me lo permitió.

With you - Anakin SkywalkerWhere stories live. Discover now