𝟎𝟒𝟕 ┃ 𝙩𝙝𝙚 𝙟𝙚𝙙𝙞 𝙘𝙤𝙪𝙣𝙘𝙞𝙡

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙚𝙟𝙤 𝙟𝙚𝙙𝙞

Corrí a los brazos de Bail y Breha en cuanto pisé tierra al bajarme de mi nueva nave. Sentí a ambos de los que se habían convertido en mis buenos amigos envolverme en sus brazos a la par que yo derramaba lágrimas de una mezcla de alegría y frustración acumulada. La felicidad me invadió al sentirme tan querida por un momento.

-No sabes lo felices que estamos de que estés bien, Layra. - susurró Breha separándose del abrazo - Estábamos muy preocupados.

-Cada día nos das más sustos, niña. - rio Bail entre lágrimas - Pero nos alegramos muchísimo de que estéis bien.

-¿Donde están los niños? - pregunto ahora Breha, mirando hacia todos lados al ver que no los tenía en brazos como siempre -

-Estan en la nave, os tengo que contar muchas cosas, pero en resumen, me encontré a los niños dormidos, creo que les dieron algún tipo de somnífero y aún les dura el efecto - contestó Layra, señalando la nave con la mano. Rápidamente fui a por ellos y los cogí a ambos en brazos - Si no os importa, estoy reventada con todo lo que ha pasado, y mataría por dormir un rato.

Breha cogió a Luke en brazos, y lo abrazó ligeramente, antes de que Bail se acercara a ella con Leía en brazos, y la mujer dejará un pequeño beso en su cabeza.

-¿Quieres que les prepare algo de comer para cuando se despierten? - ofreció Breha -

-No, no te preocupes, no creo que se despierten en unas cuantas horas más por lo menos - negué, ella me pasó a Luke y Bail a Leia. - Gracias por todo, chicos, y lo siento por no estar más receptiva, de verdad que estoy reventada.

-Lo entendemos, Layra, no tienes ni que disculparte - dijo Bail, poniéndome una mano en el hombro y acariciando mi brazo - Ya nos contarás mañana todo si te apetece.

Asentí con una sonrisa. Con bastante cansancio, me dirigí a mí habitación y coloque a mis hijos en sus respectivas cunas, mirándolos con pena a ver qué aún estaban profundamente dormidos. Tuve que comprobar que aún seguían vivos en un repentino ataque de miedo, pero al ver que ambos seguían respirado y que ninguno de ellos tenía heridas, suspiré y dejé un beso en la cabeza de cada uno. Después de coger un pijama que Bail y Breha me tenían guardado, me cambié y me acerque a mí mochila. Saque la túnica que Anakin me había dado y la abracé con fuerza, inhalando su aroma tan característico del cual un día me enamoré.

Me metí en la cama y volví a abrazar la túnica. Si cerraba los ojos e inhalaba el olor de la prenda, podía recordar los momentos en los cuales dormía abrazada a Anakin y me despertaba ante el suave y ligero roce de sus caricias en mi cara y cuerpo. Lo único que mantenía las ganas de llorar lejos era que sabía que si lo hacía, Leía se despertaría y empezaría a llorar para llamar la atención.

With you - Anakin SkywalkerWhere stories live. Discover now