𝟎𝟐𝟗 ┃ 𝙙𝙚𝙚𝙥 𝙙𝙤𝙬𝙣 𝙝𝙚 𝙬𝙖𝙨 𝙜𝙤𝙤𝙙...

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄

𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙛𝙤𝙣𝙙𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤...


Me desperté tirada en el suelo, y enseguida me levante cuando recordé todo lo que había pasado hoy. Empece a correr como pude por todos sitios hasta que divisé a Obi Wan luchando contra Anakin a lo lejos. Corrí hacia ellos pero no pude hacer nada, ya que estaban luchando encima de unas pequeñas plataformas que se movían encima del rio de lava. Cuando Obi Wan bajo al suelo, vi como Anakin salto con la intención de matarlo, pero también vi que Obi Wan levantaba su espada láser para cortarle las piernas. Sofoque un grito y antes de que pasara ninguna de las dos cosas, levanté mis dos manos empujando hacia atrás a los dos hombres con la fuerza.

Obi Wan cayó de espaldas, pero Anakin se dio con el suelo en la cabeza bastante fuertemente, por lo que se desmayó. Obi Wan se acercó a él con el sable láser encendido.

-¡Para, Obi Wan, para! - le chille desesperada mientras me interponía entre el - ¡Por favor, no lo mates! ¡Por favor!

Me caí rendida de rodillas al suelo, llorando y sollozando como nunca. Obi Wan me miró con tristeza y conflicto en su cara de si hacerme caso o cumplir con su cometido de matarlo.

-Layra, ¡se ha pasado al lado oscuro! ¡Ya no es el Anakin de siempre! - me gritó -

-¿¡Crees que no lo se!? - chille, mirándole directamente a los ojos - ¿¡Crees que no me he dado cuenta de que ya no me mira como antes!? ¡¿De que ya no me mira con amor, sino con obsesión!? ¿¡Crees que no lo se!?

El silencio reino por unos segundos, hasta que después de un sollozo y con un leve temblor de voz, dije:

-Por favor, no lo mates... Haré lo que sea, lo que sea, Obi Wan, con tal de que Anakin no muera....

Después de pensarlo muy bien por unos segundos, Obi Wan me ayudó a levantarme del suelo. Antes de que empezáramos a andar, ande lentamente hacia mí marido que yacía desmayado en el suelo y me arrodille a su lado.

-Te quiero... Anakin... Te quiero muchísimo. Más que a nada en esta galaxia y en todas las demás. - dije, mientras acariciaba su pelo y su mejilla con mis manos -

Me levanté poniéndome al lado de Obi Wan, y juntos empezamos a andar hacia nuestra nave sin decir nada. Cuando llegamos, Obi Wan despegó y yo me senté en uno de los asientos, con la cabeza entre las manos y las lágrimas por mis mejillas, cuello e incluso pecho. Las quité rápidamente al ver que Obi Wan se acercaba a mí con cara de preocupación máxima.

-Layra...

-Dime - le dije, mirándole a los ojos, y vi que estaba señalando al suelo debajo de mi -

-Has... Has roto aguas

*Narra Obi Wan*

Llevaron a Layra a una sala totalmente blanca cuando llegamos a Coruscant, donde unos droides la inspeccionaron. Después de un rato, uno se acercó a mí.

-Clinicamente está sana, pero por razones que no nos explicamos, la estamos perdiendo - nos explico el droide, y a mí casi me da un paro cardíaco -

No la iba a perder, no a ella.

-¿Se está muriendo? - pregunté alarmado y preocupado -

-No sabemos porque... No tiene ganas de vivir - dijo, y yo supe exactamente porque era - Hay que intervenir cuanto antes para salvar a los bebés.

-¿Bebes? - preguntó el general Organa, sorprendido, quién también había venido en cuanto le pedí ayuda -

-Esta embarazada de gemelos - dijo el robot -

Me acerqué a Layra y vi como empezaba a llorar de dolor físico y mental.

-Ahorra energías, Layra - le dije con una sonrisa tranquilizadora, acariciándole el pelo y la mejilla -

-N-No... N-No puedo - dijo y empezó a gritar de dolor -

Yo solo pude sonreírle cuando sacaron al primer bebé.

-Luke... - susurro ella mirando a su hijo -

Cogí al bebé y se lo acerque cuanto pude, mientras que ella lo miraba con una sonrisa y le acariciaba el brazo.

-Luke... - volvió a susurrar ella con una minúscula sonrisa -

Yo la mire cuando ella empezó a llorar de nuevo al sacar al segundo bebé. El robot dijo algo y yo se lo traduje:

-Es una niña - le dije sonriente -

-Leia... - susurro ella, poniéndole nombre a su hija -

Yo sonreí, pasándole la niña de nuevo al droide, quién la lavaría y limpiaría después.

-Obi Wan... - susurro Layra, casi sin poder con su vida - En el fondo era bueno... Lo sé... Sé que... Lo era...

De la nada, cerró los ojos y su cabeza cayó a un lado lentamente. De mis ojos se escaparon las lágrimas, que rodaban por mis mejillas mientras miraba a mí alumna, amiga, y casi hermana ahí tumbada.

Di un largo suspiro y salí de la cabina a relajarme mirando a los hijos de mis dos antiguos alumnos. Ninguno de los dos padawan acabaron bien, ni entre ellos, ni para el mundo.

With you - Anakin SkywalkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora