Capítulo 2

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Rin parpadeó repetidamente intentando eliminar su alucinación. Empezaba a comprender por qué decían que la bebida podía ser dañina sino se bebía con precaución.

¡Bendita borrachera! — pensó — ahora para colmo también se burlaba de ella.

La muchacha sacudió su cabeza y decidió continuar con su camino. Era hora de regresar a su casa. ¡No más alcohol! Se dijo.

Rin intentó moverse, pero sus piernas no le obedecieron, por el contrario, se pusieron tan flácidas que parecían dos barras de gelatina. ¡Vamos muévete, solo está en tu cabeza!

Aunque para tratarse de una alucinación se sentía bastante real. Los ojos dorados estaban levemente entrecerrados, mientras parecían caer en cuenta de algo —Me parece que te he visto antes —dijo el hombre.

La muchacha enrojeció aún más al escuchar aquella voz tan profunda y malditamente seductora. ¡No podía ser posible! ¡Era real! Y... ¿La había reconocido?

Rin sintió que iba a desmayarse y lo único que quería hacer era huir. ¿Qué podía pensar de ella? ¡Por Dios! Se la había pasado los últimos meses expiándolo por encima de su libro. Era una completa acosadora.

—N-no lo creo... Estás confundido —tartamudeó intentando alejarse lo más rápido posible.

Él impidió su escape de un solo movimiento —Nunca olvidó un rostro —mencionó, mientras la acorralaba contra la pared.

Rin tembló ante la repentina cercanía —Ahorrémonos tiempo —le dijo —, sé muy bien qué es lo que quieres y ¿adivina? Es tu día de suerte —sus labios casi se rozaron al susurrar aquello último.

La muchacha se quedó perpleja unos segundos, tratando de entender lo último que había dicho. ¿Lo que quería? Ella no estaba segura de qué era eso, pero él parecía saberlo perfectamente.

—¿Y qué es lo que quiero? —musito. La pregunta se le escapó involuntariamente.

Sesshomaru sonrió con malicia, mientras la veía con mucha intensidad, causando así que las mejillas de la joven enrojecieran aún más, si es que eso era posible —Quieres que te folle —declaró contundente.

Los ojos cafés se abrieron desmedidamente —Y-yo no... —la muchacha calló al sentir como el hombre deslizaba uno de sus largos dedos por su cuello. La sensación era extraña, electrizante...

De pronto su respiración se hizo mucho más pesada que antes. Se encontraba muy nerviosa, pero a la misma vez se sentía ansiosa. Ella realmente lo deseaba.

—¿Lo ves?

El ego masculino parecía desbordarse ante las marcadas reacciones de su cuerpo. Él era consciente de lo que le causaba y lo estaba disfrutando plenamente.

Rin no respondió. La muchacha cerró sus ojos y solo se dejó hacer, sin limitarse, ni considerarlo siquiera primero.

¿Realmente era esto lo que quería?

"No" susurro una voz en su cabeza.

El hombre comprendió perfectamente la silente aceptación y no hizo más que apoderarse del sumiso cuerpo de su presa.

La miró fijamente por un instante. Su pecho subía y bajaba en cada irregular respiración. Estaba nerviosa, eso era evidente, y aun así había decidido entregarse completamente.

"Demasiado fácil" "aburrido" Él estaba acostumbrado a ese tipo de respuestas. Mujeres entregadas que únicamente abrían las piernas. Por lo general, no se acostaba con cualquiera. La chica tenía que ser lo suficientemente impresionante como para llamar su atención.

CORAZÓN ALMIBARADO | SESSHRIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora