Capítulo 21

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La sala se encontraba llena de emoción y alegría mientras los invitados llegaban a la fiesta de cumpleaños de Ren. La temática de la fiesta era de superhéroes, por lo que la decoración estaba llena de colores vibrantes y elementos relacionados con los superpoderes.

En la entrada, había un arco de globos rojos, azules y amarillos que daba la bienvenida a los invitados. A medida que entraban, se encontraban con una mesa de bienvenida llena de máscaras y capas de superhéroes para que los niños se disfrazarán y se convirtieran en sus héroes favoritos.

En el salón principal, las paredes estaban decoradas con grandes carteles de superhéroes famosos como Spiderman, Batman y Superman. También había globos en forma de estrellas y rayos colgando del techo, creando así un ambiente festivo y lleno de energía.

En el centro de la sala, había una mesa de dulces llena de golosinas y cupcakes decorados con los emblemas de los superhéroes. Alrededor de la mesa, había pequeñas figuras de acción de superhéroes colocadas estratégicamente, como si estuvieran esperando a que fuesen agarradas. 

Rin y Sesshomaru habían botado la casa por la ventana con la intención de hacerle una fiesta memorable a su hijo. El pequeño Ren veía gustoso todo lo que sus padres habían preparado y aunque no entendía mucho de lo que estaba pasando, no dejaba de sonreír contento con tantos colores y algarabía. 

A pesar de que eran pocos invitados, el salón se llenó con compañeros del trabajo de Rin acompañados de sus hijos. Sesshomaru cargaba al pequeño Ren, mientras le daba un paseo por el lugar para que pudiese apreciar cada detalle. Mientras tanto, Rin se encargaba de recibir a los invitados e indicarle dónde debían sentarse. 

De esa forma hizo su aparición Dan. La joven mujer sonrió ampliamente al ver a su invitado, abrazándolo con profundo afecto. Las cosas entre ellos iban bien, a pesar de que aún no habían ahondado en una relación romántica, sin embargo, ambos sabían que esa era la finalidad de sus encuentros. 

Ese día, luego de que Dan conociera a su hijo, Rin decidiría si finalmente se animaba a dar el paso de dejar entrar al hombre en su corazón. 

Sesshomaru ajeno a lo que sucedía, deambulaba por el lugar con su hijo en brazos. Todo marchaba bien a su parecer, hasta que Rin decidió llamarlo. 

—Sesshomaru, disculpa, ¿podrías permitirme al niño un momento?—preguntó Rin tímidamente, acercándose hasta él. 

El hombre asintió y le entregó al pequeño Ren. 

Mientras tanto, Dan esperaba en un área un poco alejada del bullicio general. El hombre se sentía nervioso y expectante. En eso, escuchó los pasos que se acercaban y alzó el rostro para encontrarse con Rin y su hijo. 

Ren era el cumpleañero en esa oportunidad y era un niño muy lindo, aunque no pudo evitar notar que no se parecía en nada a su madre. Sus rasgos eran curiosos, pero verdaderamente hermosos. Esto hizo que se sintiera intrigado con respecto al padre del pequeño. 

Se acercó rápidamente hasta ellos y sin poder disimular una sonrisa nerviosa, saludo al cumpleañero. 

—¡Hola, Ren! Soy Dan, el novio de tu mamá—se presentó con timidez, dedicándole una mirada curiosa a Rin. Aunque oficialmente no eran novios, se suponía que esa era la finalidad—. Supe que estás cumpliendo años, así que te traje este detalle—le extendió una pequeña caja decorada con motivo infantil. 

Ren miró al hombre que le hablaba con curiosidad, luego sonrió como siempre hacía a cualquiera que le hablara. Aunque aquel niño no era físicamente parecido a Rin, sin duda había heredado su ternura innata. 

—Creo que le agradas—señaló Rin complacida con la reacción de su hijo.

—¿Tú crees?—se emocionó Dan. 

Rin le sonrió en respuesta, confirmando así que eso era lo que pensaba. 

A lo lejos unos ojos dorados no perdían de vista la curiosa interacción. Y aunque no lograba escuchar nada, había algo en la escena que no le agradaba en lo absoluto. 

El resto de la fiesta pasó de esa manera. Rin y Dan se la pasaron juntos en compañía del pequeño Ren, hasta que el padre del niño, cansado de ser ignorado, decidió que era el momento de recuperar a su hijo. 

Sesshomaru se paró frente a ellos y Rin entendió de inmediato qué era lo que quería. 

—Oh, lo lamento, Sesshomaru. Había olvidado por completo regresarte al niño—se disculpó al ser consciente de que seguramente él había querido seguir compartiendo con su hijo. 

El hombre asintió, sin perder de vista, al extraño junto a Rin. 

Al ver en dónde se dirigía su atención, Rin cayó en cuenta de que no los había presentado. La mujer se dio un regaño mental, puesto que estaba siendo muy despistada. 

—Sesshomaru, él es el Dan, mi novio—susurró aquello último. 

Sesshomaru abrió ligeramente sus ojos al escuchar aquello. No pudo evitar mirar alternativamente de Rin a ese sujeto, intentando de esa manera procesarlo. Inmediatamente, la tensión en el ambiente se hizo palpable. 

Sin embargo, se obligó a mantener la compostura, aunque aquello evidentemente lo había tomado por sorpresa. No lo veía venir. 

—Mucho gusto—dijo parcamente, tendiéndole la mano. 

Ambos se dieron un apretón de manos cordial, aunque a Sesshomaru le resultó inevitable no hacer un poco más de presión. Dan frunció el ceño al constatar en la fuerza excesiva aplicada por la expareja de Rin y concluyó que había gato encerrado. 

—Igual, un placer—contestó con seriedad. 

Rin los miro a ambos en silencio y con cierta incomodidad. 

—Ren, ¿vas a ir con papá?—decidió preguntarle al niño para alivianar la tensión. 

Sesshomaru dirigió su mirada a su hijo y lo tomó en brazos, alejándose de la pareja. Aunque en su interior deseaba mantenerse en medio de ambos, o mejor dicho, alejar a Rin de aquel sujeto. Sin embargo, no tenía caso hacerlo, Rin era una mujer libre que podía involucrarse con quien ella quisiera…

CORAZÓN ALMIBARADO | SESSHRIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora