El esposo favorito que vino de otro tiempo y espacio. (穿越之独宠小夫郎)

Capítulo 27

Cuando Shen Xiangyan durmió, a la mitad de la noche, sintió como si estuviera sosteniendo una estufa en sus brazos. Afortunadamente, no se atrevió a quedarse dormido porque le preocupaba que Xia Rong estuviera incómodo despues de mojarse en la lluvia. Instintivamente, tocó la temperatura de la persona en sus brazos y la piel de su frente estaba muy caliente, sintiendo que algo andaba mal, Shen Xiangyan se despertó repentinamente de su sueño.

Dio unas palmaditas en la cara anormalmente roja de Xia Rong debido a su enfermedad y descubrió que la persona parecía estar agotada y no tenía ninguna reacción. Temeroso de que Xia Rong estuviera en peligro si continuaba, Shen Xiangyan gritó apresuradamente: "Quién está mirando la noche afuera, por favor ve e invita al médico".

En la segunda mitad de la noche, fue una niña llamada Feicui quien estaba en la guardia nocturna El maestro no tenía nada que hacer en la noche, más y más personas sirvieron en la casa más tarde. He Xin y He Miao, que originalmente estaban a cargo de la vigilancia nocturna, solo vigilaron durante un rato en la primera mitad de la noche y esperaron a que los dos maestros se durmieran antes de reemplazar a las niñas de turno.

Fei Cui escuchó que su maestra estaba ansiosa por pedir un médico en medio de la noche. Sabía que esto era un accidente, pero no podía demorarse, por lo que salió corriendo a toda prisa.

Cuando He Xin y He Miao se atrevieron a acercarse al escuchar el movimiento, descubrieron que Zhengjun de su familia tenía fiebre en medio de la noche. También se preocupó y se culpó a sí mismo, debe ser por la lluvia durante el día. Pero ahora no es el momento de pensar en eso, He Xin rápidamente ordenó a alguien que trajera agua y torciera el velo para enfriar a Zhengjun.

Shen Xiangyan puso el pañuelo medio mojado en la frente de Xia Rong y le dio dos tragos más de agua. Fue difícil ver que el ceño fruncido de Xia Rong debido a la incomodidad se estiró un poco, pero no duró mucho, el pañuelo en la frente de Xia Rong fue inútil. Al ver lo incómoda que estaba Xia Rong, siguió gritando "incómoda", "dolor", "caliente" y otras palabras vagamente en su boca, pero debido a su enfermedad, la voz era extremadamente débil y Shen Xiangyan acercó su oído a esto. Solo entonces escuché lo que decía Xia Rong.

Shen Xiangyan no pudo soportarlo más, por lo que ordenó a He Xin y He Miao que trajeran algunos licores, colocó la bebida para limpiar la piel de Xia Rong. Cuando estaba en el orfanato, vio al anciano decano que los cuidaba haciéndole esto a un niño con mucha fiebre, recordó que este método de enfriamiento era bastante efectivo.

Cuando los sirvientes escucharon que venía el médico, Shen Xiangyan acababa de limpiar la parte superior del cuerpo de Xia Rong con vino, arregló rápidamente la ropa de Xia Rong y cubrió la colcha para él, luego invitó al médico a entrar.

Este médico, naturalmente, no es el experto médico Li que ve a Xia Rong cada pocos meses. El doctor Li vive al pie de la montaña Fucui. Ahora es demasiado tarde para ir y venir durante unas horas. El doctor Li no está necesariamente allí. Por lo tanto, el sirviente invito a un médico en el salón médico de la ciudad, escuché que sus habilidades médicas también son buenas.

El médico tomó el pulso y dijo que era un resfriado común y fiebre, pero la enfermedad era un poco peligrosa. Afortunadamente, el paciente se enfrió efectivamente en una emergencia y la condición se habría estabilizado. Solo tomó algunos medicamentos y sudó. .

Xia Rong solo sintió que su cabeza estaba mareada y le dolía la garganta. No fue hasta que lo alimentaron con saliva que se sintió mucho mejor. No supe cuánto tiempo dormí antes de que me sacudieran de nuevo, luego me dieron de comer un tazón de algo que no sabía qué era, pero la amargura en su boca lo confundió un poco al saber que el tazón podría ser medicina, pero él ahora realmente no tiene fuerza en absoluto e inconscientemente sabe que esta cosa es útil para él, por lo que bebió la medicina de mala gana porque no le gustaba el sabor amargo.