Forever Troublemaker. [Terminada]

Equivocaciones.

POV de Zayn.

La televisión estaba con el volumen bajo mientras seguía escuchando a los ejecutivos de la disquera decirme qué hacer y qué no. El programa que pasaban era de lotería, de esas cosas que nadie ve a esa hora de la noche. Quería irme a casa, estaba cansado y tratando de pasar más tiempo con mis hijas y mi esposa.

Sabía que era un jodido afortunado por tener a Marie a mi lado después de pasar por tantos problemas, y sabía que era mucho más afortunado por tener una carrera y estar a la espera de un par de preciosas gemelas.

Sin embargo, allí estaba yo lejos de las mujeres más importantes de mi vida escuchando pavadas que me importaban un comino. Era tanto mi aburrimiento que terminé quedándome dormido sobre la mesa. Sabía que los presentes no lo notarían porque realmente no importaba mi palabra, sólo mi rostro y mi música.

En mis sueños me encontraba en el avión de regreso a América con Marie, desde el Reino Unido. Lo supe porque llevábamos la misma ropa que aquel día y el avión tenía exactamente los mismos pasajeros. No tarde mucho en ubicarme notando a mi esposa a mi lado. Estaba preciosa aquel día, como siempre. Mis hijas en su vientre la hacían ver inmaculada.

Adoro a esta mujer.

Sabía que no estábamos en nuestro mejor momento, algo que planeaba solucionar con una larga conversación con mi manager y la disquera. Realmente adoraba cantar, pero no dejaría que me quitaran un poco más de tiempo con las personas más importantes para mi, con mi familia.

Mi sueño transcurría en normalidad. Marie estaba en mis brazos tomando un jugo de cajita y leyendo una revista de bebés que reposaba sobre sus rodillas. Mientras tanto yo tenía mi celular en la mano conversando con tres personas a la vez: Manager, mi madre y Harry. El primero me escribía sobre un compromiso en cuanto llegara a casa; mi madre sobre lo mucho que debía cuidar a Marie y estar atento a cualquier cosa estando tan cerca del parto y finalmente, Styles me aconsejaba para no perder mi relación. Él sabía cómo "mantener la chispa encendida", algo en lo que no quise profundizar mucho, ya que no quería escenas extrañas incluyéndolo a él y a su esposa.

De la nada un grito inundó mis oídos. Venía de la parte trasera del avión. Una mujer volvía a gritar y gemir, saqué mi cabeza hacia el pasillo y me di cuenta que era una mujer embarazada. Se lo comenté a Marie que se puso alerta de un segundo al siguiente.

Las auxiliares de vuelo corrieron por el pasillo hasta la mujer para ayudarle. Parecía que estaba a punto de dar a luz y aún faltaba mucho para llegar a América. Mi esposa tomó mi mano sentándose derecha en su silla y respirando cortadamente. Mierda.

-Marie, cariño... mírame -le ordené para que no se estresara.

-Zayn... las niñas. ¿Y si las niñas vienen ahora? -notaba en su voz el pánico de un inminente parto.

-No... no Marie. Tranquila amor. Vas a estar bien. Respira -le pedí que me siguiera, respirando como yo lo hacía-. Las niñas nacerán en dos semanas, no hoy, ¿vale?

Ella asintió pero no parecía muy convencida. Esa misma mirada la tenía desde que decidimos mudarnos a la mansión. Desde ese momento las cosas entre los dos cambiaron y nos encontrábamos en un sube y baja. No teníamos estabilidad porque discutíamos en un segundo y nos adorábamos al siguiente.

Me incliné a abrazarla queriendo devolver el tiempo para repetirlo todo de nuevo, porque sólo con esa mujer me atrevería a tener más de una vida. Me volvía loco, sí, pero la amaba como a nadie más en el mundo. Sin ella y sin mis hijas estaría perdido.

-Zayn, Zayn, Zayn....

Salí de mi sueño para encontrarme con mi manager pidiéndome algo de atención en la reunión. Gruñí y me dediqué a ver el televisor que seguía mostrando a la mujer de la lotería hasta que una noticia de última hora la interrumpió. La mujer que daba las noticias de entretenimiento durante el noticiero de ese canal estaba pálida, cubierta con un abrigo y sin maquillaje. Tras ella se leía un letrero. Lenox Hill, el hospital. No alcanzaba a escuchar pero en el encabezado de la noticia se leía: "¡Las Malik han nacido!". ¿Qué? Me levanté de la mesa y salí para escuchar la televisión.