Forever Troublemaker. [Terminada]

Corazón dividido. Parte II

Zayn PDV.

Despertar enrollado a esta mujer es lo que siempre he deseado, desde que la conocí hace tanto tiempo, ahora y por el resto de mis días. La acerco más a mi pecho deseando que mi esposa comprendiera el mensaje de esta madrugada: No te dejaré ir. Todo ha cambiado ahora que sé que ella sigue queriéndome y que más allá de los errores cometidos, siempre seremos el uno para el otro. Es la mejor noticia que he tenido en días, y lo mejor que me he sentido en un largo tiempo. Sin importar lo que Marie diga, me comprobó que sigue teniendo sentimientos por mí, así que tomaré ventaja de ello para que de una vez por todas resolvamos este bendito problema.

Evidentemente el paso a seguir —justo cuando despierte— es charlar sobre la velada que tuvimos. En teoría sería "nuestra última noche", pero puedo asegurar que podemos retomar nuestro matrimonio y dejar todas las estupideces atrás. Confío en que en cuanto Marie despierte esté pensando igual que yo; no creo poder soportar que me aleje una vez más, que me rechace una vez más.

Dedico un par de minutos a verla dormir, tan cómoda y tan mía. Su respiración está calmada y su cuerpo junto al mío hacen de esta mañana una de las mejores que he tenido en meses. Soy consciente de que Marie Malik puede llegar a ser testaruda, problemática, cínica y un poco loca, pero la amo y eso no va cambiar jamás; sin importar lo que ambos hagamos para separarnos. ¿Qué puedo decir? Somos el uno para el otro.

Apenas siento que se mueve cierro mis ojos, esperando que diga algo, que me bese o me despierte con una sonrisa, lo cual no sucede. Gruño en cuanto escucho la puerta del baño cerrarse. Espero que esta forma de despertar huyendo no sea una señal de que sigo sin ganarle a su testarudez. Salgo de la cama, me pongo la sudadera que quedó en el suelo con el resto de nuestra ropa y me dirijo a la habitación de mis hijas. Encuentro a Kara despierta jugando con su móvil de animales salvajes. Ana está en su cuna durmiendo cómodamente. Mis pequeños angelitos. Ellas han sido las que me han mantenido cuerdo las últimas semanas. De no ser por ellas habría enloquecido y hecho quien sabe qué estupidez.

Tomo a Kara para revisar su pañal, algo que hago cada mañana. —No estás molesta con papá, ¿verdad? —pongo uno de sus coloridos juguetes en sus manitos para que se distraiga mientras cumplo con mi deber. —Ya sé que no me quedé a dormir, pero estaba con mami —está claro que ella no entiende lo que estoy diciéndole, pero me alegra decirlo en voz alta. No me arrepiento de lo que pasó ayer, ni un poco, y espero que Marie tampoco. Casi ruego al cielo para que no se arrepienta, porque con esta mujer nunca se sabe. 

En cuanto termino con Kara, Ana despierta. Sigo el mismo proceso mientras canto algo para ellas; la rutina mañanera. Cuando todo está listo, tomo algunos peluches y llevo a las pequeñas  conmigo hasta el patio trasero. Es una mañana soleada, perfecta para una reunión familiar destinada a solucionar todo problema. Agarro la manta que permanece sobre el sofá de la sala de estar para usarla sobre el césped.

—Prométanme algo jovencitas —digo cuando ambas están jugando con un par de peluches—, cuando crezcan serán buenas chicas y se alejarán de problemáticos... de muchachos testarudos y maniáticos —sonrío ante el pensamiento de mis hijas n un par de años, probablemente dando tantos o más problemas que su madre. —Básicamente, no salgan con personas como su mamá y yo; eso les ahorrará muchos líos.

ººº

—Por favor, tome asiento —pido al hombre de seguridad que me ha separado de mis hijas y esposa.

—Gracias señor Malik. A la compañía le gustaría saber cuál es la razón de su cancelación antes de proceder —saca de su bolsa una libreta y un CD. Le respondo vagamente, que prefiero dejar el servicio que ellos ofrecen ya que no ha tenido los resultados esperados. —¿A qué se refiere? ¿Ha tenido algún inconveniente?