16.

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No podía haber algo más caliente que ver al mísmiso Min YoonGi, conocido superficialmente como uno de los chicos más realistas, duros y serios de su grado, de los que con una simple mirada fría puede atravesar las almas; estar simplemente sentado vistiendo únicamente la prenda femenina negra, ésta cubriendo a como puede su miembro, pues estaba erecto que era imposible disimular ahora lo excitado que está. Y claro, sus amigos estaban exactamente igual, además de los problemas en sus entrepiernas, ver constante esa pálida piel los emocionaba. Los pezones eran rositas, aún erectos por la corriente fría de la habitación, algunos lunares en su cuerpo estaban presentes, como estrellitas en una constelación. Sus piernas delgadas cruzadas para que ninguno viera de más, porque estaba algo avergonzado todavía, ni siquiera el color rojo de sus mejillas a bajado, se veía como un gatito asustado. JungKook y SeokJin no apartaban ni un segundo la mirada de él, pues eran los más cercanos a su persona, por lo que podían disfrutar mejor el panorama, incluso paseándose por las curvas de su cuerpo. Sí, definitivamente, Min YoonGi puede mantener viva la llama de la lujuria solo con su presencia. Y eso todos lo pueden confirmar justo ahora.

— Ojalá que la botella pare en YoonGi para que se quite lo que le falta —comenta entre risas el chico moreno, sus ojos siguiendo los movimientos rotatorios del objeto de vidrio.

— ¡Dios, no te pido nada, pero espero lo escuches! —exagera entonces Park, juntando ambas manos y colocándose en sus rodillas, mirando al techo.

— ¡Cállense, malditos calientes de mierda! —reacciona el chico casi desnudo, con su rostro completamente rojo.

Ciertamente no estaba enojado, solo tímido por escuchar esos comentarios. Pero, no eran malos para nada, realmente los chicos adoraban ver esa nueva faceta de Min, porque no se estaban burlando de él, ni haciendo comentarios pasivo agresivos que puedan herirlo..., tal vez deba confiar en la situación. Porque este reto no es únicamente para despertar la lujuria en cada uno, sino que aumentaba por igual su confianza, seguridad y autoestima. Se siente bien al mostrarse de esa forma ante ellos, se siente bien que lo halaguen, se siente bien que lo sigan queriendo a pesar de sus diferencias.

La botella finaliza entonces apuntando a YoonGi, nuevamente. Fue la voluntad de Dios, la del universo, el destino... La mierda que fuera. Pero, no era una broma que otra vez estaba siendo él apuntado. Un grito de emoción se escucha, dejando al resto inquietos.

— ¡Ahora sí voy a creer en él! —bromea NamJoon, lanzándose a los brazos de Jung que fue el primero en gritar a modo de victoria.

Tanto JiMin como TaeHyung se miraron cómplices, pues entre ambos habían movido un poco la botella, sin que el resto se diera cuenta, para que el objeto acabara justo sobre el segundo mayor.

— ¡Nunca voy a dudar de ti! —celebra de igual forma SeokJin.

— ¿Qué clase de pacto con el demonio hicieron ustedes? —refuta entre dientes el chico retado, usando el celular esperando a que cargara el reto que le tocaba.

— Lo que sea que hicieron, se los agradezco. Benditos sean —comenta esta vez Jeon, con una sonrisita grande y sus grandes ojos brillando.

Esperaron a que el chico contara por fin cuál era el reto que le tocaba, mas no habían notado que su rostro ahora mostraba una sonrisa de medio lado e incluso, de característica burlona.

— Pobres ingenuos —murmura el chico, ahora mostrando el celular frente a todos para recitar las mismas palabras que vienen en la app: — "Saca una prenda de ropa a otro jugador".

La victoria de los chicos se detuvo de pronto, incluso sus ojos tan abiertos que pueden salirse de sus cuencas. El destino les dio una gran bofetada.

— No vuelvo a creer —dice NamJoon, tomando asiento en su lugar, un puchero decorando sus grandes labios.

Juego De Siete [BTSxBTS]Where stories live. Discover now