⭑ Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 24 ⭑

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¿Conocen el sentimiento de esforzarse por encajar, sin importar si dejas de ser tu mismo?

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¿Conocen el sentimiento de esforzarse por encajar, sin importar si dejas de ser tu mismo?

_____ sabía que cada vez era más y más tedioso y cansado tener que fingir que todo estaba bien, que era feliz con su nuevo grupo de amigos.

Y en parte lo era, era lindo sentirse integrada de vez en cuando con Daela, Nora e Iván. Pero, por otra parte, no era lindo que al final del día sintiera como si todo el tiempo estuviera actuando, como si no fuera ella.

¡No puede ser! —se oyó el grito de una chica que se paro a ver la lista de los que se habían inscrito a querer ser representantes del salón.

El grito despertó curiosidad entre los alumnos, haciendo que varios se levantaran de su lugar para ver que era lo que la hizo exclamar de tal manera.

_____ levantó la mirada en cuánto sintió como todos comenzaron a observarla. La veían y después miraban la lista, y de la lista a ella nuevamente.

¿Qué...

¡¿Competirás con Daela para representante?! —gritó otra chica.

La azabache, quien no había visto la lista, miro expectante y con los ojos ligeramente abiertos a _____.

¿Competir? —preguntó Daela a la castaña, frunciendo el ceño en desacuerdo.

La joven no entendía por qué el tono de la azabache, así que solo se encogió de hombros asintiendo.

Sí, quiero ser representante —respondió.

Daela frunció aún más su ceño, pero antes de que le pudiera contestar, le interrumpió el grito de otra chica.

¡Y Camilo se postuló también!

Todo el salón ahora miraba a Camilo, quién solo sonrió nervioso.

¡También Iván! —señaló un chico el nombre del otro postulante.

¿Qué no Iván tiene malas notas?

Creo que lo ayudaron a mejorar, porque en el examen de la anterior semana le fue bien.

El chico Iván comenzó a pensar que no fue buena idea inscribirse al oír todos los murmullo. Podía tener buenas ideas, y un enorme deseo por ser el representante, pero su timidez no lo ayudaría.

¿Qué hacen todos ustedes parados? —cuestionó la maestra, entrando (como siempre) con un estado pésimo de ánimo. —¡Todos sentados!

Los chicos corrieron a sus sillas, sentándose tan pronto como pudieron.

La maestra caminó lentamente hasta sentarse en su escritorio, dejando un silencio escalofriante en el proceso.

—Ya veo que vieron la lista —habló cortando el silencio —Tenemos algo que no se había visto...Dos chicos y dos chicas postulándose.

TÚ ENCANTO | CAMILO MADRIGAL X TÚWhere stories live. Discover now